Turbulentos amores y romances fugaces, un repaso por la vida sentimental de Diego Maradona

Su perfil de “don Juan” le costó varios escándalos y una supuesta lista de hijos no reconocidos.

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Foto: AFP

Por S. López

2020-11-25 6:57:00

Se casó una sola vez en su vida. Sin embargo su historial amoroso fue amplio; este va desde un mítico amor de la adolescencia hasta relaciones fugaces y turbulentas. Así vivió su vida Diego Armando Maradona quien fue muy cotizado tanto dentro como fuera dela cancha.

Su perfil de “don Juan” le costó varios escándalos y una lista de hijos no reconocidos. Aunque para el “pibe de oro” sus favoritas siempre fueron sus dos hijas: Dalma, de 30 años y Giannina, de 28.

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Maradano junto a sus hijas Giannina y Dalma. Foto: AFP

Haciendo un repaso por el torbellino romántico, todo inició como un cuento de hadas.

Flechado por Claudia Villafañe, su novia de la adolescencia, Maradona decidió llegar al altar. La pareja se casó el 7 de noviembre de 1989 y se divorciaron en el 2003. Tras su separación se enfrentaron en una verdadera batalla legal, pues el astro argentino la acusó de quererle quitar su fortuna.

Maradona junto a Claudia Villafañe y sus dos hijas, Dalma y Gianinna. Foto: AFP

La cosa se puso tan seria que Diego optó por iniciar un proceso legal en contra de Claudia alegando su mala administración de su fortuna, irregularidades en la división de vienes y hasta la compra de bienes en Miami.

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Al margen de su turbulenta relación, la pareja tuvo dos hijas (Dalma y Giannina) a quienes Diego consideraba la luz de sus ojos. Su amor por ellas era tal, que en una ocasión dijo: “Si los novios de mis hijas las hacen llorar dos o tres veces van a tener un accidente”, amenazaba como prueba de su devoción por las jóvenes, emocionado hasta las lágrimas.

Después del divorcio con Villafañe, la acusó ante la justicia de “ladrona” de bienes y recuerdos suyos. La relación con su hijas se enfrió hasta llegar a la ruptura.

“Dalma y Gianinna eligieron estar con quien no es un buen ejemplo de madre”, dijo al cambiar de idea sobre ambas.

Villafañe dijo que la denuncia de su exmarido era “una difamación”. El entuerto legal duró años y la mujer recibió un fallo en su contra, pero el caso siguió abierto por las apelaciones.

Un corazón desenfrenado

Tras su divorcio se desataron una lluvia de amores. Una de sus relaciones más relevantes fue con Verónica Ojada con quien estuvo nueve años.

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Ojeda, era una profesora de educación física y de esa relación nació Dieguito Fernando. Tiempo después, Maradona la acusó de utilizar fotos falsas para arruinar su relación con sus hijas mayores.

Diego junto a Verónica Ojeda. Foto: AFP

Cuando Ojeda estaba embarazada, Maradona rompió el vínculo e inició otro con Rocío Oliva, una exfutbolista con la cual convivió durante seis años. Desafortunadamente su historia también se tornó oscura.

Tras la separación, Maradona acusó a Rocío de haberle robado relojes, una computadora, celulares y una cantidad de 400 mil dólares en joyas, cuando vivían en Emiratos Árabes.

Diego junto a Rocío Oliva. Foto: AFP

Como resultado Oliva pasó 15 horas detenida. “Hay pequeñas cosas que me hicieron decir que (Maradona) ‘no es la persona con la que yo quiero o merezco estar"”, declaró una vez Oliva quien también había acusado a Diego de violencia de género.

Otros de sus más polémicos amoríos se dieron cuando el “pelusa” estuvo en rehabilitación en Cuba. En esa época se le relacionó con Adonay Fruto, Judith y Eileene.

Un día el abogado del excapitán albilceleste, Matías Morla, causó sorpresa al asegurar que “hay otros tres hijos y quizás un cuarto, en Cuba”, de los tiempos en que residía en la isla para su rehabilitación.

Incluso dio los nombres de dos mujeres, Joana y Lu, y de dos varones, uno de ellos Javielito y otro que se llamaría Harold.

En medio del río revuelto también surgieron otras declaraciones públicas de supuestas paternidades, pero hasta el momento sin asidero.

Son los casos de Santiago, un joven hijo de Natalia Garat, ya fallecida, y de Magalí, adoptada de chiquita, hasta que su madre biológica, en un reencuentro, le dijo que el padre era Diego. Magalí inició una demanda judicial de filiación.