El pasado 23 de noviembre, la cuenta oficial de Twitter de la Asociación Europea de Arqueólogos comunicó que el profesor británico Ken Dark había encontrado la casa donde Jesús vivió su infancia, junto a sus padres José y María. La seguridad con la que se dio a conocer la información está basada en los 14 años que el arqueólogo ha pasado excavando y estudiando las ruinas de una casa del siglo I.
Pero antes que Dark, un grupo de monjas (Las hermanas de Nazareth) creían que en ese lugar había vivido Jesús, por lo que se instalaron muy cerca y ordenaron excavaciones en la zona para recavar pruebas durante la década de 1930. Después de 1936, un sacerdote jesuita continúo con la búsqueda pero sin mucho éxito, así que la zona “terminó convirtiéndose en una zona casi olvidada”, de acuerdo con las declaraciones que hizo Dark al rotativo Daily Mail.
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De acuerdo con los hallazgos de este experto hay varios restos que pueden indicar que, en efecto, ahí pudo haber habitado esta reconocida figura cristiana. Entre estas pruebas están la excelente artesanía y tallado de las rocas encontradas. Ello solo puede indicar que un “tekton” (descripción para indicar la profesión de un carpintero y albañil) pudo haberlo hecho, y la historia bíblica señala que el padre de Jesús desempeñaba dichos oficios. Dark, además, describió que se encontraron fragmentos de cerámica que utilizaban las familias judías.
La casa, según las descripciones de este este experto en el libro “The Sisters of Nazareth convent: A Roman-period, Byzantine and Crusader site in central Nazareth” (El convento de las Hermanas de Nazaret: un sitio de la época romana, bizantina y de los cruzados en el Nazaret central), publicado en 2015, fue construida en una cueva natural, “contaba con dos pisos de varias estancias, almacenes alrededor de un patio y una terraza en la azotea”. Dentro de ella hay una escalera construida con parte de la roca que conforma el hogar y que conducen a una segunda planta.
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“Ha quedado claro que quien construyó la casa tenía un muy buen conocimiento de la piedra”, expresó Dark al periódico británico, haciendo referencia a que el padre de Jesús pudo haberla construido. Para sumar a esta teoría, el arqueólogo comentó que los lugareños siempre han creído, desde al menos finales del siglo IV d. C., que ese lugar acogía la casa de Jesús.
Durante la época romana, esta casa se convirtió en una cantera y en un lugar de enterramientos. Luego de que el cristianismo se declarara la religión oficial del Imperio romano, en el año 380 d. C., en ese mismo espacio se construyó una iglesia-cueva que también fue un punto importante de peregrinación.