Algunos tipos de cáncer crecen en silencio y en órganos que no son accesibles al examen médico rutinario y cuando producen síntomas por lo general se encuentran en etapas avanzadas conduciendo a la muerte en pocos meses, como los de páncreas, pulmón, cerebro, ovario, etc.
Afortunadamente el 30% de casos de cáncer pueden detectarse tempranamente o en etapas preinvasivas, cuando el tratamiento es sencillo, barato y casi siempre curativo, sobre todo cuando aparecen en órganos accesibles al examen médico y al examen del mismo paciente.
En nuestro país los cánceres más frecuentes son los de piel, mama, cuello uterino, próstata, estómago, colon, linfomas y leucemias. Para detectarlos tempranamente es necesario tener siempre presente las 7 señales de aviso del cáncer: un tumor o endurecimiento en la mama, el cuello o cualquier otra parte del cuerpo; una llaga o úlcera en la piel o en las mucosas que no cicatriza o no tiende a cicatrizar después de 2 semanas; cambios en el color, el tamaño, aspecto, prurito o sangrado de un lunar o verruga; tos o ronquera persistentes después de 2 semanas; indigestión, ardor epigástrico, crecimiento abdominal, molestias abdominales inespecíficas o dificultad para tragar; sangrado o flujos anormales por fosas nasales, boca, vagina, uretra o ano aunque sea una sola vez; cambios en los hábitos de evacuación de la vejiga o el intestino como dificultad para orinar, disminución del calibre del chorro urinario o levantarse a orinar varias veces por la noche, o diarrea o estreñimiento inexplicables.
Estos síntomas pueden aparecer en enfermedades benignas o en cáncer, por eso cuando se presenten debe consultar con su médico. Asimismo, toda mujer que haya iniciado relaciones sexuales debe practicarse una citología cervicovaginal cada año, o más frecuente si su médico lo considera necesario; toda mujer desde la adolescencia deberá practicarse un autoexamen mensual de sus mamas con la intención de detectar cambios en la forma, volumen, aspecto o textura y a partir de los 40 años, hacer una mamografía cada año. Después de los 50 años, aun sin síntomas, es conveniente practicar cada 2 años exámenes generales: hemograma, química sanguínea, examen general de orina, sangre oculta en heces, test para detectar la bacteria helicobacter pylori, endoscopía digestiva superior para evaluar esófago, estómago y duodeno, colonoscopía, radiografía de tórax y antígeno prostático específico.
Recordemos que en El Salvador mueren a corto plazo más del 80% de casos de cáncer gástrico, el 60% de cánceres de ovario, el 50% de cánceres de cérvix y colon, el 25% de cánceres de mama; el cáncer de próstata, aunque su mortalidad es del 30%, afortunadamente evoluciona lentamente y salvo excepciones, permite una sobrevida de 15 ó 20 años después de diagnosticado; también, después de los 80 años de edad, el 90% de hombres tienen focos de cáncer en la próstata.
A esto es lo que se le llama prevención secundaria del cáncer, y si usted es una de cada 4 personas que, según las estadísticas, padecerá cáncer en algún momento de su vida, siguiendo estas sencillas indicaciones podrá detectar tempranamente su enfermedad y tendrá altas posibilidades de curar.
De nuevo recordemos que la prevención primaria (cambio de estilo de vida) y la prevención secundaria (detección temprana) son la clave del éxito para todo programa nacional de cáncer en cualquier parte del mundo y todos los salvadoreños con el Ministerio de Salud a la cabeza tenemos la grave y noble responsabilidad de impulsarlo en nuestro país.
Cirujano oncólogo.