Prueba Avanzo, sustituta de la Paes, no convence a los docentes

Algunos educadores sostienen que es un salvoconducto que Educación les dará a los escolares para aprobar, tras duros meses de pandemia.

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La ministra de Educación, al igual que los titulares de la Secretaría de Innovación y de la SIGET, firmaron un convenio con una operadora telefónica, para que esta permita que aquellos alumnos que son sus clientes dispongan de internet gratuito para rendir el examen. Foto Cortesía

Por Susana Joma

2020-11-15 9:00:13

La prueba Avanzo no termina de convencer a los docentes, quienes advierten que esta prueba sustituta de la Paes ha sido diseñada para propiciar la aprobación de los escolares, incluso más allá de que estos enfrenten problemas de acceso a la tecnología.

Hasta ayer el Ministerio de Educación (MINED) ha previsto aplicar la evaluación en línea el 17, 18, 19 y 20 de noviembre a un total de 69,710 alumnos de ese nivel.

Paz Zetino Gutiérrez, subdirector del Complejo Educativo Walter Soundy, de Santa Tecla, advierte que para Educación es un requisito por cumplir y “no se debe estar creándose grandes expectativas” sobre los resultados.

VER: 69,710 estudiantes de Educación Media se someterán a la prueba Avanzo

“Lo más seguro es que los muchachos van a resolver adecuadamente esta prueba, porque precisamente es en línea y ahí pueden tener los apoyos (de consulta) necesarios”, subrayó.

La ministra de Educación, Carla Hananía de Varela, ha señalado que la prueba Avanzo examinará contenidos vistos el año pasado y tiene una ponderación de 15 %, que se sumará al 85 % de la nota institucional.

La ponderación de la nueva prueba está por debajo del 25 % que tenía la PAES.

Zetino Gutiérrez resaltó que esto es así porque hay consciencia de que, en este contexto de pandemia por COVID-19, a los alumnos les ha afectado la falta la interacción con los profesores; la baja motivación que en muchos casos han mostrado los maestros; así como la ausencia de la disciplina que hay en el aula, todos ellos aspectos que son claves en su formación.

Según este educador, quién también funge como secretario general de la gremial Bases Magisteriales, considera que en la evaluación lo que quedará de manifesto es si los alumnos que la hagan adquirieron competencias en el manejo de tecnologías de la información, porque a su criterio el proceso de enseñanza en línea bajo el cual han estado los estudiantes no es tan efectivo.

En vísperas del mencionado examen, el profesor Daniel Rodríguez, secretario general del Simeduco, califica Avanzo como “un salvoconducto” que la funcionaria está usando para dar respuesta a la opinión pública que ha expresado inquietud sobre cómo se evaluaría a los alumnos de Educación Media en esta pandemia.

“No pueden evaluar normal o subirle el nivel (de dificultad) a la prueba porque el nivel de enseñanza en línea ha sido bajo, porque como país no estábamos preparados para esto que nos obligó la pandemia de COVID-19”, indicó.

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Javier Hernández Amaya, presidente de la Asociación de Colegios Privados de El Salvador (ACPES), quien al igual que sus otros colegas consultados ve con buenos ojos la eliminación de la Paes, advierte que esta prueba no revelará cambios sobre la situación de aprendizaje de los alumnos e incluso recomienda que no debe mantenerse.

Hernández Amaya considera que como esta evaluación no fue consultada con los propios entendedores y actores educativos “ya tiene los pies hinchados” y un gran margen de error, porque es una prueba de escritorio.

El representante de ACPES es de la opinión que el MINED debe generar una prueba consultada, pertinente, viable y de calidad.

Aunque los educadores sostienen que la prueba tiene menor dificultad para favorecer a los escolares, sí reconocen que habrá muchos que tendrán que lidiar con otro reto: la falta de equipo y falta de acceso a red de internet.

El representante de la ACPES expresó que, según tuvo conocimiento, en el primer ensayo de la prueba que llevó a cabo el MINED hubo estudiantes que tuvieron dificultades precisamente porque no tenían equipos y en el sector privado aquellos alumnos que se vieron en esa situación han tratado de solventarla.

“Por más que se esmeren siempre habrá un margen de gente, bastante significativo, que no va a poder hacerlo”, indicó.

Los docentes del sector público concuerdan con Hernández en que si bien el fin de semana Educación firmó convenios con las operadoras de telefonía, para que los estudiantes que son clientes entren a la plataforma de Avanzo sin tener que costear el servicio, la limitación de equipos siempre jugará en contra de muchos alumnos, lo mismo que sus lugares de residencia.

“Hay lugares donde ninguna (señal) pega. Hay que irse para un sitio determinado, pero debe buscarse el convenio de manera general y que eso no solo abarque a los estudiantes, sino que también a los maestros”, agregó Zetino Gutiérrez, en alusión a que el reto de la enseñanza en línea continua.

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Óscar Picardo Joao, el especialista educativo, quien está considera que la supresión de la Paes no debió darse porque se rompió la trazabilidad de 23 años, de igual manera enfatiza los problemas que tendrán los estudiantes en la parte tecnológica.

Picardo Joao considera que la firma de los convenios con las operadoras no garantiza que todos los alumnos podrán acceder a la plataforma, debido precisamente a que la calidad de señal es muy mala en ciertos lugares.

El también investigador, además de señalar que la prueba no medirá los conocimientos adquiridos este año, cuestiona que se desconoce quién hizo la prueba y el enfoque de la misma.

“No se sabe qué quieren medir o solo cumplir el artículo 57 de la Ley (General de Educación). Desde el punto de vista psicosométrico, dificultad, discriminación, validez, confiabilidad, tabla de especificaciones, etc, no se sabe nada”, puntualizó.