Tras llorar la muerte de su caballo Trencito en Ahuachapán, don Carmelo recibió un nuevo compañero

Después de conocerse la historia, el septuagenario recibió otro medio de transporte, con el que podrá continuar vendiendo sus lácteos.

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Don Carmelo agradece a Dios por los años que le prestó a su caballo Trencito. Foto/ Cortesía Andrés Viana

Por Cristian Díaz/ Yessica Hompanera/ Liseth Alas

2020-11-12 10:36:01

Tras llorar la muerte de su caballo Trencito, don Carmelo, como es conocido José Carmen Moya, recibió un nuevo compañero, con el que podrá continuar recorriendo las calles de Ahuachapán y seguir vendiendo sus lácteos, una vez lo adiestre.

La historia del hombre de 70 años, quien sufre de reumatismo en ambas rodillas, se conoció este jueves por la mañana y por la tarde una familia de la localidad se solidarizó con el septuagenario y le regaló un nuevo corcel a quien inmediatamente bautizó con el nombre de “Justiciero”.

Gracias a lo viral que se volvió la história, don Carmelo recibió esta tarde como regalo otro caballo con mucha alegría y melancolía. Foto EDH/ Yessica Hompanera

“Trenecito, siempre te voy a tener en mi corazón. Gracias caballito por todo lo que hiciste”, dijo don Carmelo al recordar el tiempo en que este le acompañó en su recorrido por el pueblo.

Ahora don Carmelo se preparaba para iniciar una nueva etapa junto al Justiciero, cuyo nombre lo decidió porque considera que el regalo fue obra de la “justicia”, ya que decenas de personas se tomaron el tiempo de ayudarle ante su pérdida.

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“Se que va en buenas manos. Nos hemos criado con el caballo, pero él lo necesita. Ha estado bastante tiempo en la familia, estaba pequeñito”, dijo con nostalgia la antigua dueña del Justiciero al momento de hacer la entrega del animal a su nuevo propietario.

La historia de don Carmelo y Trencito

Trencito falleció el miércoles por la tarde ante la mirada de don Carmelo, quien se puso de rodillas en el pavimento y alzó sus manos y rostro hacia el cielo, para darle gracias a Dios por los nueve años que le prestó a su caballo.

El adulto mayor no podía ocultar su tristeza por la pérdida del animal que lo acompañaba para transportar la venta de lácteos por las principales calles de Ahuachapán.

El ahuachapaneco de 70 años lloró la muerte de su caballo. Foto: Cortesía Andrés Viana

Trencito acompañó a don Carmelo en dicho recorrido durante tres años, cuando el septuagenario comenzó a tener problemas para caminar, debido al reumatismo.

Desde entonces, el caballo fue su acompañante, aunque en su grupo familiar estuvo por nueve años.

Durante tres años, Trencito fue el medio de transporte de don Carmelo. Foto/ Cortesía Andrés Viana

Las fotos del ahuachapaneco despidiéndose de su caballo se comenzaron a viralizar desde la noche del miércoles.

Su autor, Andrés Viana, colaborador de la alcaldía de Ahuachapán, veterinario de profesión y amante de la fotografía, relató que el miércoles, entre 2:00 y 3:00 de la tarde, don Carmelo se encontraba comercializando su producto en la 4da. Calle Poniente, entre 2da. y 4ta. Avenida Norte.

Aproximadamente a esa hora, el animal comenzó a temblar hasta fallecer, aparentemente, de un paro cardiaco, expresó, por su parte, el anciano.

“Me hinqué en el pavimento para darle gracias a Dios por los días que me lo había prestado (porque) era mis canillas porque no puedo caminar. Era fiel, me servía en todo. Después de Dios, me ayudaba para mantener a mi esposa (Albertina Noyola de Moya, de 70 años). Ayer (miércoles) que vine a la casa, le dije ‘vaya mija, aquí están los últimos centavitos que el caballito nos dejó’. Ella se puso a llorar porque los dos somos ancianos. Los dos nos pusimos a llorar”, expresó el septuagenario.

Veterinarios particulares y empleados de la alcaldía de Ahuachapán llegaron el miércoles al lugar para apoyar al ahuachapaneco.

Trencito fue sepultado en la planta de transferencia de la municipalidad ante la falta de un lugar de su propietario.
Viana explicó que los caballos en ocasiones mueren por problemas cardiopulmonares; incluso hay un problema en donde se revienta una vena, aorta. Pero aclaró que, en este caso, era difícil determinar la causa.

Don Carmelo lamentó ya no contar con un medio de transporte para vender sus lacteos. Foto/ Cortesía Andrés Viana

Don Carmelo tiene 35 años vendiendo productos lácteos que él mismo prepara. Para ello, compra la leche y junto a su esposa hace queso y crema, entre otros productos.

Pero este jueves lo dominó la angustia de que ya no podría salir a vender debido a que ya no contaba con su medio de transporte, pues el dolor que siente en sus rodillas le impide andar a pie.

Ahora “no puedo, de nada me serviría hacer venta, como no puedo caminar. Mis pies eran el caballo; (antes de morirse) me decía que me lo cambiaban o me lo compraban, pero les decía que no. ‘Vendía mis canillas’, les decía”, contó don Carmelo.

Lo poco que gana en la venta de lácteos sirve a la pareja de ancianos para comprar su comida.

No obstante, los momentos de preocupación por ya no contar con un medio de transporte para continuar comercializando sus productos lácteos no duraron mucho, pues tras conocerse la historia una familia ahuachapaneca le regaló un caballo al hombre.

Don Carmelo había recibido también varias propuestas por parte de empresas de la ciudad. Incluso una de ellas, dedicada a la entrega a domicilio, ofreció la compra de un nuevo caballo para el lugareño, luego de conocer el caso a través de redes sociales.

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