Desde el 2017, la autollamada influencer Elena Ivanickaya se ganó el repudio de los defensores de los animales, ya que fue en ese año que decidió tatuar a su mascota para que esta luciera más “glamorosa”.
Yasha es el nombre de este gatuno de raza esfinge o sphynx que obtuvo fama mundial gracias al antojo de su dueña, quien lo llevó hasta donde un tatuador que plasmó su arte en la piel del minino que además tiene su propia cuenta en Instagram.
Hace tres años todo el mundo quedó impactado al ver el video del instante en el que Yasha es tatuado mientras está anestesiado. La noticia recorrió todo el planeta y Elena ha recibido todo tipo de insultos desde entonces.
En la actualidad esta peculiar mascota es una gran estrella en las redes sociales, aunque él no lo sepa sigue al centro de una gran controversia generada por su “ama”, quien no tiene ningún gramo de arrepentimiento en su ser.
En el perfil de Instagram de este gato @yasha_kot_ pueden observarse infinidad de imágenes de él ataviado en coloridos atuendos, mientras que en otras fotos sale mostrando su tattoo, que parece ser una especie de murciélago.
En cada una de las bellas postales de este felino hay halagos para él y más de una palabrota para su “mamá”. Incluso varios usuarios hacen el llamado a PETA, para que intervengan en este caso tomado como maltrato animal.
Al parecer Ivanickaya está cansada de defender su decisión, en varias ocasiones ha dicho que su gato lleva mejor vida que la de cualquiera, y que incluso hasta come ostras.
Hace tres años el minino robó protagonismo por su tatuaje.
“La vida de este gato es mejor que la tuya”, respondió a un detractor. “Él se siente bien. No ha sido castrado nunca ni lo será, eso sería una verdadera crueldad”, añadió.
También aclaró que consultó previamente a un veterinario para saber si el procedimiento era el correcto o si tendría secuelas en la piel de su mascota.
Elena asegura que está orgullosa de sus decisiones.
“Un veterinario estuvo presente mientras le realizaban el tatuaje, por lo que todo estuvo bajo control. Es muy inteligente y disfruta de su vida feliz. El tatuaje fue hecho en la capa superior de la piel”, explicó.
Al parecer Elena Ivanickaya es originaria de Rusia, país donde esta práctica incluso se ha vuelto una tendencia que es tanto apoyada como odiada.
“Tienes suerte de que tu gato todavía te quiera a pesar de lo que le hiciste a su cuerpecito. Los animales son tan puros que no se dan cuenta de lo idiotas y crueles que pueden ser los humanos”, se lee en uno de los comentarios realizados en una publicación de la rubia.
En algunos casos los dueños lo hacen para “diferenciar” a sus mascotas de otras o solo tienen el objetivo de “personalizarlos”.
En otras entrevistas Elena ha dicho que nadie hace nada por los perros a quienes les cortan las orejas y las colas para destacar su raza. Ella lo único que quiere es que Yasha sea feliz.