Seguramente conoces a Michel Myers, uno de los asesinos seriales más famosos del cine moderno. La primera aparición la tuvo en 1978, personaje principal de la película Halloween, dirigida por John Carpenter. El director creó un personaje temible que daría espacio un subgénero dentro del cine de horror que abriría el camino a muchos títulos posteriores bajo su misma influencia.
Con el tiempo se ha afirmado que la película está basada en la historia real de Stanley Stiers, un asesino serial de 1920 del estado de Iowa, aunque el film lo sitúa en Illinois en 1970.
Podrías leer: VIDEO: El extraño e impactante caso de Beth, la niña psicópata
La sexta película de la franquicia explica que el personaje tiene poderes y fuerza sobrenatural por una maldición hecha por una bruja ancestral, quien halla visto las películas sabe que Myers se caracteriza por su resistencia, sigilo y su fuerza.
Según la historia Stanley Stiers, de niño fue maltratado por sus padres adoptivos, quienes eran negligentes, a menudo se emborrachan y abusaban física y mentalmente de él. Stanley llegó a la familia por un error, puesto que la enfermera del hospital acostumbraba cambiar a los bebé y darlos a familias diferentes.
Este caso se conoció y la enfermera fue condenada, pero cuando salió de la cárcel fue encontrada por Stanley y la mató por venganza.
“En la víspera de Halloween del año 1923, a Stanley, de 11 años, se le dijo que no se le permitiría salir de noche a recoger dulces como los otros niños, pues él no contaba con esos privilegios. De hecho y a diferencia de su hermana, tuvo una infancia llena de restricciones, castigos y abusos constantes”, dice la publicación de Think Like a Man.
Pero los contantes maltratos llegaron a su fin una noche de Halloween, horas después de que su hermana llegara de una fiesta. Stanley tomó un cuchillo carnicero, asesinó a sus padres, hermana e incluso el perro de la familia.
Aquel crimen marcaría para siempre a Stanley en una noche de brujas que, para él, no había hecho más que empezar. Tras asesinar a su familia, salió disfrazado en medio del caos a desatar toda su furia y sed de venganza. Mató a varios de sus compañeros de escuela, invadió la casa de otros vecinos y, sin ninguna ayuda, esparció su violencia iracunda por todas partes. Algunos sobrevivientes y testigos describieron una fuerza sobrehumana cuando arrojaba a hombres adultos como si fueran muñecos de trapo. Solo para golpearlos y apuñalarlos con su gran cuchillo de carnicero.
Stan fue capturado al amanecer, cuando lo encontraron comiendo dulces alegremente en un columpio del patio de la escuela, como si nada hubiera pasado. Los agentes federales se abalanzaron rápidamente para llevarlo a una institución mental y estudiarlo a profundidad. Mientras tanto, la policía se encargaba de eliminar todos los registros de los acontecimientos de aquella terrible noche de Halloween.
El escape del verdadero Michael Myers
Después de lo visto aquella noche, el gobierno quería averiguar qué podía haber detonado que un niño cometiera semejantes actos tan atroces. Durante 13 años, investigaron y especularon con teorías y posibles razones, experimentando con Stanley como si fuera una rata de laboratorio. Después de ese tiempo, no encontraron nada.
Recomendamos: Lucifer, el asesino serial que ha matado a 48 reos dentro de las cárceles de Brasil
En la noche de Halloween de 1936, a la edad de 24 años, Stanley volvió a tener un fuerte episodio, rompiéndole el cuello a algunos enfermeros del hospital que lo trataban con desprecio. Con 1.95 metros de altura y un peso de 120 kg, su fuerza sobrenatural ahora era más notable. Desde entonces nunca pudieron capturarlo y los informes de sus continuos asesinatos todavía siguieron acumulándose por muchos años en todo el país.
Sin embargo, según confesó el propio Carpenter en su momento, la inspiración para Myers le vino mientras estaba estudiando en la universidad. En una de sus clases de Psicología le llevaron de visita a una institución mental en la que visitaron a los pacientes más trastornados que había en el lugar. Sin embargo, uno le llamó mucho la atención: “había un niño, que tenía como 12 o 13 años, que tenía esa mirada”, cuenta.
Esa mirada se describe posteriormente en la película, en la que el psiquiatra del propio Myers le da forma:
“Tenía una cara pálida, no mostraba emoción alguna. Los ojos muy negros, como de demonio. Pasé ocho años intentando llegar a él, y otros siete tratando de mantenerle encerrado, porque me di cuenta que lo que quiera que fuese que estaba viviendo detrás de los ojos de ese niño era pura y simplemente diabólico”.
Tiempo después conoció la historia de Stanley Stiers, un niño de 11 años que mató a toda su familia la noche de Halloween de 1923.
Lucifer, el asesino serial que ha matado a 48 reos dentro de las cárceles de Brasil