El Barcelona volvió a sonreír: venció a una Juventus sin Cristiano Ronaldo y a la que el VAR le anuló tres goles

Con un tanto de Dembélé, con suerte porque se desvió en un jugador, y un penal convertido por Messi casi al final, el equipo de Koeman volvió a la senda del triunfo, esta vez en la Champions League, en un partido que dominó pero a donde también lo asustaron

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Dembélé (derecha) celebra tras anotar un gol ante la Juventus. Foto EDH/EFE

Por Agencias / César Najarro

2020-10-28 4:02:01

El Barcelona volvió a sonreír. Después de la dolorosa derrota por 1-3 ante el Real Madrid en la Liga Santander, el equipo culé de Ronald Koeman se reencontró con el triunfo. Fue claro, por 0-2 en su visita a una Juventus que no pudo contar con su máxima estrella, Cristiano Ronaldo, debido a que no ha superado el Coronavirus.

El equipo culé se mantiene perfecto en Champions League, con dos victorias en dos juegos tras el 5-1 contra el Ferenváros el pasado 20 de mes. Ayer, se le vio mucho mejor que contra el Real Madrid, controló el partido y pudo haber convertido más goles, sobre todo en el primer tiempo.

Eso sí, necesitó también del VAR, y es que hasta en tres ocasiones le anularon goles a la Juventus porque Álvaro Morata se encontraba en ligera posición adelantada. Quizás las quejas de Koeman contra el arbitraje y el VAR, tras el partido ante el Madrid, surtieron efecto. Fuese como fuera, lo cierto es que en las tres ocasiones fueron bien anulados los tantos.

Tuvo múltiples ocasiones el Barcelona para ganar de manera más tranquila y no tener que estar sufriendo y a expensas de que el VAR revisara jugadas complicadas. En el primero, por ejemplo, Griezmann (quien volvió a la titularidad y jugó bien, aunque le faltó el gol), estrelló el balón en un poste, y en el segundo, se lo perdió por milímetros con un tiro cruzado.

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Este Barcelona parece que, de a poco, y más allá que se vio mal contra el Real Madrid, va tomando la idea de Koeman. Generó ocasiones, muchas a la contra, a la velocidad de Dembélé, algo que no se le veía en el anterior ADN a este equipo. Otras, con el acostumbrado dominio y paseo de balón. Pero no le gusta al DT holandés que, en el afán ofensivo, el equipo quede desequilibrado atrás. Y aunque la Juve generó algunas, las claras las tuvo en realidad en posiciones ilícitas. Extrañó demasiado a CR7.

En cambio, del otro lado, al Barcelona le faltó más puntería para ganar tranquilo. Eso sí, el gol tempranero de Dembélé encaminó las cosas. Corría apenas el 14′ cuando amagó ir por la banda, recortó hacia adentro y probó con un potente remate que se desvió en un rival. La bola hizo un extraño y terminó en el ángulo, imposible para el meta Szczesny.

Dejó el Barcelona una buena sensación ofensiva, aunque todavía le falta en defensa. Y la Juve, sin su líder, se vio limitado en el campo, carente de ideas. Y ya cuando el partido acababa (85′), por doble amarilla se fue Demiral, con lo que las esperanzas por empatar se esfumaron. En el primer minuto de añadido, Messi convirtió de penal el 0-2 tras una falta en el área para que tanto él, como sus compañeros, vuelvan a sonreír y pasen la página de una semana complicada, en la que dimitió la directiva y perdieron el clásico.

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