El cabo Mario Ernesto Mancía Gutiérrez fue sepultado esta tarde en un cementerio privado de Sonsonate, su ciudad natal. La institución a la que le sirvió 22 años le rindió los honores respectivos.
Mancía Gutiérrez murió la madrugada del viernes anterior, en un centro hospitalario a donde fue trasladado poco antes de la medianoche, luego de que resultara con heridas de gravedad al ser atacado con granadas fragmentaria por miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13) en el cantón Sitio El Niño, municipio de San Juan Opico, departamento de La Libertad.
Al sepelio asistió el director general, Mauricio Arriaza Chicas, quien entregó el pabellón nacional a los dolientes.
Cómo sospechosos del ataque, la policía capturó a tres hombres y decomisó un vehículo en el que supuestamente huían, dentro del automotor encontraron una granada, afirmaron fuentes policiales.
Durante la ceremonia de enterramiento, Arriaza Chicas afirmó que los tres detenidos son responsables del ataque y que falta por capturar dos más y que la institución apoyará a la familia de la víctima, quien deja a dos hijos cuyas edades no superan los 10 años, según explicaron familiares.
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El cabo Mancía Gutiérrez estaba asignado al puesto policial Tzu Chi, en San Juan Opico, una zona con alta presencia de la agrupación de la MS autodenominada Opicos Locos Salvatrucha (OPLS), que controla un vasto territorio del departamento de La Libertad.
Entre el puesto policial y el lugar donde fue cometido el ataque, sólo hay cuatro kilómetros, según fuentes policiales.