La modelo salvadoreña Marcela Santamaría habló de una de sus mejores experiencias profesionales en el mundo del modelaje. Hace un año fue seleccionada para participar en un campamento exclusivo de modelos en Nueva York a cargo de la súper modelo canadiense y top model, Coco Rocha.
Aprendió y vivió un sueño en vida, pero no se lo guardó en secreto. Gran parte de sus anécdotas están en su cuenta de Instagram en donde narró, en dos partes, sus vivencias de ese grato encuentro.
El campamento estaba dirigido a aspirantes a modelaje y modelos con alguna trayectoria. Les enseñaron a posar, caminar en pasarelas o explorar su imagen para negocios, agencias y redes sociales..
“Coco explica de primera mano sus experiencias en la moda y sus anécdotas modelando en París y Nueva York. Tiene la capacidad de hacer que cada chica del campamento se sienta como la única en la habitación, como si estuvieras teniendo una conversación íntima con una amiga de mucho tiempo. Es una mujer sincera y trabajadora, llena de conocimientos sobre la industria de la moda. Para saber todo lo que hace, literalmente habrías tenido que vivir tres vidas enteras como modelo”, narró Santamaría en su post.

Para la nacional fue importante explicar cómo funciona cada campamento. Hubo mucha variedad, mujeres de diferentes edades, tipos de cuerpo y todas las razas fueron seleccionadas por la propia Coco. “(Dios, ni siquiera puedo poner en palabras el momento en que abrí el mensaje de Coco diciendo: ‘¡Hola Marcela! envió su presentación de campamento por mi equipo, ¡me encantaría que vinieras al campamento de octubre! Ahora te están enviando más información’. Grité tan fuerte”, recordó la salvadoreña.
En la parte formativa recibió clases de pose y negocios hasta la pasarela. “La culminación de la experiencia y donde pones en uso todo lo que aprendiste en clase es una sesión de fotos profesional que incluye el peinado, maquillaje, arte y tutoría a cargo de Coco”, apuntó.
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Entre otros detalles, las reuniones en la cena y haber conocido a otras mujeres tan inspiradores fue alentador. “Ahora tengo hermanas en Hong Kong, Portugal, Nueva Orleans, Nueva York, Canadá, Puerto Rico. Todas teníamos los mismos sueños, todas queríamos ser mejores y mejorar. Me vi reflejada en ellas. Era como estar en una casa modelo donde todas nos gustamos. No hubo vergüenza, no hubo juicio. Estábamos allí para aprender de los mejores en el negocio”, explicó.

En resumen, el campamento le ayudó a mantenerse concentrada y segura para las sesiones posteriores. “Y he aprendido 1000 nuevas poses. No lo olvides: Coco te brindará las herramientas y el conocimiento para que prosperes en el mundo de la moda. ¡Así que date un capricho y haz las maletas! CRMC te está esperando”, sugirió Santamaría.