Durante varios años, Edward Perdomo entretuvo todas las tardes a los salvadoreños a través del programa “El Sótano” de Grupo Megavisión, del cual era conductor. También lo hizo desde su programa radial en Full F.M. y como actor del grupo de teatro Hamlet.
A principios de este año, de la noche a la mañana, Edward renunció a sus trabajos. Un poderoso motivo había detrás de esa drástica decisión: estaba dispuesto a perseguir sus sueños de convertirse en un profesional de la actuación para cine.
Con sus sueños al tope, el joven de espesa barba, viajó a la Ciudad de México para comenzar su maestría en Actuación para Cine. Sin embargo, tras varias semanas de estudio y debido a la pandemia, tuvo que suspender su aprendizaje en la institución que se había inscrito. Aunque sus ánimos decayeron un poco, sus objetivos permanecieron firmes e intactos. Hoy en día, su deseo de superación está más robustecido que nunca.
En una entrevista concedida a elsalvador.com Perdomo habló de su proyecto profesional, de sus oportunidades y de las dificultades que ha tenido en la capital mexicana.
¿Qué te llevó a radicar en México?
Creo que la gana de más, el sueño de más, el querer lograr más cosas. Desde pequeño siempre me ha gustado lo artístico, el teatro, la magia, la televisión…
Siempre que veía la televisión me preguntaba cómo es que están esas personitas ahí, cómo llegan ahí.
Desde pequeño estuvo en mi mente esa idea y no sé, el destino, el universo, Dios, la virgen conspiraron para que esto sucediera. Y así fue como llegué a estar en el teatro desde los doce años, a los 16 años me involucré en la magia y la oportunidad de estar en televisión llegó a mí, no fue que yo la buscara, al igual que la de la radio. En El Salvador logré muchos de los sueños que tenía desde pequeño; poco a poco fui superando las pequeñas metas que me iba poniendo en el camino.
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La actuación en el cine siempre me llamó mucho la atención, pero es algo que en El Salvador hoy se empieza a desarrollar, la industria cinematográfica salvadoreña está en proceso de desarrollo. Eso me motivó a buscar otras alternativas. Hay muchas, pero, económicamente la situación no está bien y uno tiene que cuidar sus cosas. Creo que México era la opción más realizable, la más alcanzable, la que está en mis posibilidades.
A partir de finales de 2017 e inicios de 2018 comencé a maquinar esta idea en mi mente, a darle pensamiento y a empezar a ahorrar. El sueño comenzó con una idea, pero en el proceso fui haciendo mi plan de trabajo, de ejecución, de cómo iba a lograrlo y sabía que ahorrando era la única forma que podía hacer financieramente esto posible. Eso fue lo que me motivó a venirme a acá, a la Ciudad de México: el buscar más oportunidades y ahora enfocando más mis sueños al área cinematográfico o a la actuación para el cine. No dejo todavía la televisión, la radio el teatro porque me encanta, pero mi objetivo es aprender, estudiar, formarme con un profesional, para eventualmente tener las capacidades necesarias y conseguir las oportunidades en este medio.
¿Desde cuándo estás en México?
Estoy desde enero. Desde el inicio de 2020. Renuncié a todo en El Salvador: a ‘El Sótano’, de Grupo Megavisión, a mi programa de radio en Samix y al grupo de teatro (Hamlet) que me dio la oportunidad desde los 12 años. La relación con la magia era más personal, así que ahí no tenía que renunciar a nada.
Háblanos de tus proyectos profesionales
Sé que hay muchos salvadoreños que tienen talento, a mí me lo decían muchas veces, y no lo digo con ánimos de jactarme, lo expreso como una realidad que sucede. Y así como yo, estoy seguro que hay muchísimos más, hombres, mujeres, niños, niñas… Y lastimosamente no todos pueden y se atreven a perseguir sus sueños, a ‘lanzarse al agua’ o a ‘salirse del nido para volar’. Al final de mi camino quisiera ser una brecha, un puente. Me gustaría hacer cosas buenas, dar de qué hablar y cambiar la errónea percepción de que todo en El Salvador es malo, hacerles ver que también hay gente buena y muy talentosa que quiere que el nombre de su país suene por cosas buenas. Eso es algo muy grande que me motiva. Esa es mi visión de vida.
Mi visión profesional: nunca dejar de hacer lo que me gusta, disfrutar mi trabajo, divertirme todos los días, hacer que mi oficina de trabajo sea mi lugar de juego, donde no me sienta encajonado, donde pueda disfrutar lo que hago y de alguna manera poder transmitir. Y es que el actor transmite y puede dejar cosas buenas en la mente de las personas. Los sueños están ahí, en el aire, se persiguen, se buscan y no sabes dónde están hasta el día en que los encuentras, pero cada día te tienes que acercar un poco, aunque no tengas un mapa.
¿Ha sido difícil? ¿Qué inconvenientes has tenido?
Lo más difícil es la distancia, el estar lejos de lo que conoces. Hoy por hoy eso ha sido lo más difícil. También es difícil no conocer dónde vas, no tener idea dónde quedan los lugares a los que te dicen que llegues y no tener a tus amigos a quien llamarles.
Sin duda alguna, el haberme venido a México y que me agarrara acá la cuarentena ha sido el inconveniente más grande que he tenido, porque obviamente todo se cerró y no se puede hacer mucho.
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Estar en un país extraño y no tener a mi gente es muy difícil. Estoy viviendo con personas fenomenales, los considero mi familia y han sido muy calurosos conmigo, me han tratado muy bien, no tengo ninguna queja con eso. Pero, la dureza de no tener a mi gente es la parte más difícil. Extrañar la comida, las pupusas, también es parte de lo difícil.
Esto es un proceso bien personal donde tienes que aprender a ser fuerte desde adentro y recordar tus motivos iniciales. Es importante recordar ese primer chispazo que encendió el sueño, para no perderse, frustrarse ni sentirse mal.
¡Qué proyectos has realizado y qué otros tienes en mente?
Por todo esto de la cuarentena, en todo el mundo muchos de los proyectos han parado. En El Salvador tenía mi trabajo, pero estar acá es algo completamente distinto, es un buscar constante: en internet, en blogs, páginas, grupos de Facebook… Siempre estoy buscando trabajo, es algo que nunca en mi vida había hecho, pero me gusta, de cierta manera es un tanto emocionante.
Hasta el momento he hecho dos proyectos, de los cuales no puedo contar mucho, porque he firmado un acuerdo de confidencialidad.
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Hoy por hoy tengo planes de empezar mis estudios nuevamente. Y es que debido a la cuarentena tuve que cortar con la institución a la que me inscribí, porque decidió moverse a un lugar que me queda a más de una hora. Me inscribí en otra. Es una maestría de actuación para cine.
El mundo artístico en la Ciudad de México es sumamente grande, hay una cantidad industrial de posibilidades; todos los días están buscando talentos para muchísimas cosas. Entonces hay que buscar y aplicar para ver qué sale. Pienso que no puedo desaprovechar ninguna de las oportunidades, porque no se sabe si detrás de esa puerta pequeñita que estabas abriendo hay un telón inmenso o una gran puerta. Creo que es importante buscar las oportunidades y no hacerle mala cara a ninguna; hay que agarrar el trabajo con alegría, con entusiasmo como se lo merece. Tengo pensado involucrarme acá en el medio artístico, tanto en teatro como en actuación para televisión o cine.