Con la reactivación económica, que arrancó el pasado 24 de agosto, el turismo interno ha comenzado a dinamizarse también.
Las familias salvadoreñas han comenzado a visitar destinos como El Boquerón, el Puerto de la Libertad y el Paseo El Carmen, lugares cercanos al gran San Salvador.
Turistas locales han comenzado a visitar destinos cercanos a la capital, por ejemplo; sin embargo, la afluencia sigue siendo mesurada por el temor a la pandemia de COVID-19, lo que ha generado que la economía se reactive con lentitud
Con la llegada gradual de los visitantes, los pequeños negocios como restaurantes, ventas de artesanías, boquitas, incluso flores, han comenzado a tener un pequeño incremento en sus ventas.
El parque el Boquerón recibió, el fin de semana pasado, unas 800 personas y la expectativa para este fin de semana es similar, con la llegada de salvadoreños. En fechas previas a la pandemia, el parque recibía hasta 1,200 personas.
El parque estuvo cerrado exactamente seis meses, dice José Samuel Gallardo, empleado del lugar.
Jonathan Salguero viajó desde Tejutla, Chalatenango, para visitar el Boquerón.
“Qué bueno que esté abierto nuevamente, porque es un lugar donde se respira aire puro, tiene una hermosa vegetación, que lo convierte en un lugar perfecto para el sano esparcimiento”, destacó Salguero.
playaPedro Castro y Liliana Castro visitaron El Boquerón luego de varios meses sin salir de casa. Pedro comenta que le parece bien que haya poca afluencia de visitantes, pero invita a los salvadoreños comenzar a realizar turismo nacional siempre y cuando se cumplan con las medidas de bioseguridad. Foto EDH/ Jonatan FunesDon Pedro afirma que la reactivación del comercio ha sido lenta pero ya puede hacer entregas de su cosecha de flores, que reparte en otros pequeños comercios.
“Poco a poco está viniendo el turista y así se está vendiendo también”
El restaurante a Fuego Lento es uno de los cuatro establecimientos que abrieron al público tras la reapertura.
También esperan que con el transcurso de los días la situación mejore en el tema de las ventas de sus platillos, que van desde los $2.
“La venta ha cambiado ya, en comparación a los días que estuvimos encerrados, por estar cerca de la capital, ya comenzaron a llegar los turistas, el fin de semana recibimos unas 50 personas, nos ha ido relativamente bien”, destacó Amilcar Pérez, empleado del restaurantes.
En el Puerto de La Libertad
Los combos musicales, las ventas de minutas, cocteles y mariscos ya se comercializan entre los turistas en El Puerto de La Libertad.
“Los fines de semana se ha dado un poco de movimiento pero, poco a poco, ya se venden más minutas. Antes de la pandemia vendía hasta un quintal de hielo y hoy en la mañana solo he terminado una arroba de hielo, todavía está calmado ”, dijo María del Carmen Rivera.
En las ventas de comida, como la Mariscada del Muelle, don Fernando Melgar resiente que la afluencia de turistas aún es baja porque solo pueden atender el 50 % de las personas que solían atender. También tiene expectativas de que las ventas mejoren, poco a poco, y los visitantes han comenzado a llegar en mayor cantidad desde hace dos semanas.
“La primera semana, la del 24 de agosto, fue malita, poco a poco, hay viene más gente, aunque las ventas aún no son como antes, estamos vendiendo la mitad”, detalló Lorena Constanza.
Mantiene a sus nueve empleados pero los está turnando para que trabajen por días y de esa manera todo puedan tener ingresos.