George Soros fue nombrado muchas veces por el presidente de la República, Nayib Bukele, en su más reciente cadena nacional televisada. Lo nombró, sobre todo, al referirse a él como financista de los principales periódicos digitales El Faro y Factum, a través de Open Society Foundations, la organización que Soros creó en 1993.
Estos periódicos han publicado en semanas recientes sobre una presunta negociación de Bukele con la mara Salvatrucha para obtener apoyo electoral a cambio de beneficios penitenciarios, investigaciones que Bukele refuta con declaraciones en contra de George Soros.
Pero más allá de esta referencia, Soros es reconocido mundialmente como un importante magnate multimillonario y donante político, que ha donado millones de dólares a Open Society Foundations, dedicada a financiar diferentes objetivos que van desde la lucha racial hasta la transparencia y la democracia.
Soros nació en Budapest en 1930, es de origen judío y naturalizado estadounidense. En agosto cumpló 90 años. Fue considerado por la revista Forbes de 2015 como una de las personas más ricas del mundo, con un capital de más de $24,200 millones.
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Después de sobrevivir al Holocausto nazi y la ocupación soviética en Budapest entre 1944 y 1945 en la que murieron más de 500,000 judíos húngaros, Soros emigró a Inglaterra donde estudió en la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres. Se graduó de Filosofía y fue alumno de Karl Popper, considerado como uno de los filósofos de la ciencia más importantes del siglo XX.
En 1956 emigró a Estados Unidos. Ahí comenzó a trabajar con diferentes analistas financieros en rubros como el arbitraje y las inversiones. Fue más adelante que creó los fondos de cobertura que se volvieron muy exitosos en Estados Unidos en esa época y por los cuales Soros comenzó a crear su fortuna. Sus actividades como inversionista han sido muy criticadas.
En 1992, a través de una maniobra muy criticada y debatida por economistas, Soros obtuvo más de $1,000 millones acortando la libra esterlina en lo que se conoce históricamente como “miércoles negro”. Ese día quebró el Banco de Inglaterra y el mito de que fue Soros el único que incidió en esa operación, a través de Quantum Fund, se ha mantenido por más de 30 años.
De acuerdo a la página web de OSF, Soros empezó sus actividades filantrópicas en 1979, cuando le otorgó becas a personas negras de nacionalidad sudafricana durante el apartheid. En la década de 1980, contribuyó a la promoción del libre intercambio de ideas en la Hungría comunista, proveyendo máquinas fotocopiadoras para reimprimir textosprohibidos. Desde ahí ha seguido financiando todo tipo de esfuerzos por la democracia y la transparencia.
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Según los cifras de OSF, la Fundación destinó en 2019 un total de $1,08 millones de los cuales el 27% fue dirigido a proyectos de prácticas democráticas y derechos humanos, otro 20% a gobernanza y progreso económico, un 13% a la igualdad y la lucha contra la discriminación, otro 16% a la educación, 7 % a acceso a la salud, 12 % a justicia y estado de derecho y un 5% a periodismo e información. Desde 1984 ha donado $32,000 millones de su fortuna personal.
Recientemente la fundación anunció que invertirá $220 millones a favor de la batalla por la justicia racial en los Estados Unidos para financiar la actividad de varios grupos afroamericanos en su lucha contra el racismo. El financiamiento se aprobó tras las olas de protestas por la muerte de George Floyd en Minneapolis, un hombre afroamericano que perdió la vida en manos de la policía de esa ciudad de Estados Unidos.