Vivió un infierno por conocer a Maradona

Para muchos, conocer a Diego Armando Maradona es un sueño cumplido, es estar frente a frente a su máximo ídolo, su inspiración, incluso, hasta su razón de ser. Para Mariano Sinito, fue todo lo contrario, fue “un infierno”, según sus palabras.

Entrevistado por Clarín, el ahora periodista de 24 años contó su experiencia después de conocer al “10” argentino, cuando tenía 9 años, en el programa Agrandadytos. Sufrió bullyng, maltrato escolar y hasta fue diagnosticado con síndrome maníaco depresivo, producto, según él, de ese maltrato.

Y es que, a los 9 años, Mariano era un devoto de la iglesia maradoniana, recitaba la versión del padre nuestro que reza la comunidad que le rinde culto a Maradona desde 1998. En eso estaba en el programa cuando aparece, en persona, su ídolo. No le alcanzaron las manos para secarse las lágrimas de emoción, pero después vino la tragedia.

“Cuando volví a mi vida normal me encontré con un bullying y una desilusión muy grande”, confiesa Mariano. “Tuve un castigo grande y miradas feas de parte de los adultos. Yo iba a un colegio religioso, y como estaba en la iglesia maradoniana no me dejaban participar de las horas de catequesis porque decían que yo hacía herejía. Me sacaban del aula y me mandaban a confesarme, el vicedirector del colegio en los actos hablaba sobre los que adoraban a falsos ídolos y me miraba a mí adelante de todos… Fuera del colegio pasaba algo similar, al punto que empecé a negar ser ese nene. Hasta los 17 o 18 años, cada vez que me preguntaban si era yo decía que no. Me hizo perder muchísimas oportunidades, porque fue un trauma tan grande”, recuerda.

Vivió con su pesadilla durante muchos años, pasó por muchas terapias hasta que se recuperó, a pesar de que, según él, vive con el síndrome maníaco depresivo que le produjo esa situación.

“Después de mucho tiempo y años de terapia tuve la oportunidad de reconciliarme con ese recuerdo. Vi la muerte de mi ídolo frente a mis ojos. O cómo derrumbaban esa alegría que yo tenía de haberlo conocido, haciéndome sentir un imbécil por haber festejado ese momento”, agrega.

Centro de burlas, discriminación, acoso y maltratos, sobre todo por su llanto y las frases entrecortadas del momento culmen en aquel programa, ahora Mariano levanta la cabeza y admite que le quiere rendir homenaje a ese niño que no dejaron festejar haber conocido a su ídolo.

“Aprendía a quererme a mí mismo y fue clave, no solo para superar la vergüenza de decir que era un paciente diagnosticado, sino también decir ‘sí, yo era ese nene, y me encanta haberlo sido”, admite.

Hoy, el niño que soñaba con ser actor se ha convertido en periodista. Trabaja en radio La Red, adonde cubre al Newell’s Old Boys de su natal Rosario e informa sobre el fútbol americano.

Y cuando le insinúan de que si hoy tuviera la oportunidad de toparse con Diego qué lo preguntaría, sorpendido, indica: “Wow, nunca me imaginé en esa situación. Quizá hasta no esté preparado, pero me gustaría preguntarle por qué. ¿Por qué sigue insistiendo en nosotros, en un país que lo ha maltratado y negado durante tanto tiempo? ¿Cómo hace para tener esa fuerza de seguir creyendo en nosotros? Lo mismo le preguntaría a Messi, por ejemplo. ¿De dónde sacan la fuerza?”.