La historia de algunas de las más grandes bandas de rock estuvo marcada por profundas diferencias y rencillas entre sus integrantes. Ese camino de riñas y desacuerdos solo conllevó a la disolución de ellas, dejando entre sus seguidores una esperanza de un posible perdón, uno que en algunas de ellas jamás llegó.
Ego, drogas, extrema convivencia, diferencias musicales, personalidades muy dispares (o en todo caso ¿similares?), amoríos, podrían ser las causas más comunes de estas disputas, que solo los más aficionados del metal o el rock pueden recordar, pero que aquí te relatamos para que no creas que solo entre el mundo farandulero suceden esos “dimes y diretes”.
Muchos de estos relatos están basados en libros biográficos y otros, por supuesto, en los muchos testigos que fueron detallando, durante años, cómo y por qué sucedieron las trifulcas protagonizadas por estos músicos. Algunos problemas sobrepasaron a los golpes, como el caso de la banda noruega Mayhem, donde uno de sus integrantes fue asesinado por uno de sus colegas.
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La trayectoria de esta banda de black metal no puede calificarse como “turbulenta”, es mucho más que eso, podría quizá definirse de perversa. La principal tragedia de ella sucedió cuando el guitarrista de la agrupación, Øystein Aarseth Euronymous fue asesinado de 23 puñaladas por su compañero Varg Vikernes (bajista) tras una disputa.
Vikernes fue condenado a 21 años de prisión y tras su salida de la cárcel en 2009 continuó creando música y lanzando álbumes.
Aunque este episodio sea demasiado oscuro y no se equipare al resto de puños, insultos o grandes desavenencias que se concentran en este artículo, forma parte de la otra cara del éxito, la fama y la música. Y es debido a estas contiendas que legendarias agrupaciones no tuvieron más éxitos… pero su huella sí quedó en la historia del rock. Te invitamos a conocerlas.
The Who
Considerada una banda ícono del rock del siglo XX y señalada por la revista Rolling Stone como parte de la “santísima trinidad del rock británico”, junto a The Beatles y The Rolling Stones, esta agrupación vendió más de 100 millones de discos. Pero esa brillante carrera sufrió tensiones en momentos de gran éxito. Fue en la creación del álbum “Quadrophenia” cuando los ánimos se caldearon. El guitarrista y compositor Pete Townnshend sintió mucha presión por crear una obra maestra por lo que entró en un espiral obsesiva. Su compañero, el vocalista Roger Daltrey se quejó de las demoras de las nuevas canciones, lo que hizo estallar a Townnshend. Dos libros y un video constatan que el autor aventó una guitarra al cantante, quien respondió con un gancho directo a la mandíbula de su compañero. La pelea terminó con Daltrey acompañando al hospital a Townnshend en una ambulancia.
The Rolling Stones
Los protagonistas de esta gresca son Mick Jagger y Charlie Watts (baterista). Este episodio sucedió en 1984 en Ámsterdam, Holanda. Una noche Jagger y el guitarrista Keith Richards salieron de fiesta y quisieron continuar la juerga en el hotel. Estando ahí, Jagger llamó por teléfono a Watts y lo invitó para que se sumara. Pero Jagger estaba tan alcoholizado que solo balbuceó “¿dónde está mi batería?”. Watts se dirigió al cuarto de sus compañeros, entró y fue directo donde Jagger, lo tomó de la chaqueta y le gritó “¡Nunca me vuelvas a llamarme ‘mi batería’!”, luego le propinó un golpe que el famosos vocalista cayó al suelo. Richards comentó en su libro “Vida” que intentó calmar a Watts durante un día entero. Esos altercados no influyeron en una trayectoria que ahora cuenta con más de 50 años.
Soda Stereo
El ego y el hartazgo fueron los detonantes del fin de esta icónica banda argentina. En varias ocasiones, Zeta Bosio (bajista) y Charly Alberti (batero) sufrieron los plantones y la displicencia del famoso vocalista y líder, Gustavo Cerati. Tanto así que muchas giras y conciertos quedaron inconclusos debido al abandono del cantante. Pronto los reclamos de estos músicos saldrían a la luz, evidenciando tensiones. “En las últimas etapas llegamos a ni hablarnos. Lo hacíamos sólo por medio de personas y para juntarnos a tocar”, reveló Bosio en una oportunidad. En 1996, Cerati les dijo a sus compañeros que el futuro de la agrupación era incierto, que se dieran unos meses para que las cosas se acomodaran. Para sorpresa del batero y el bajista, Cerati anunció la disolución de la banda en la revista Rolling Stone sin consultarlo con ellos. Sin puñetazos, pero sin franqueza alguna, Soda Stereo cerró su capítulo con un masivo concierto en 1997.
U2
En 1980, los irlandeses protagonizaron un bochornoso espectáculos frente a cientos de espectadores estadounidenses. Los músicos -Bono, The Edge, Larry Mullen y Adam Clayton- ofrecían un concierto en Connecticut que culminó con una batería lanzada al público y todos agarrándose a piñas. La biografía “U2 by U2” señala que Bono quería iniciar con una canción en específico, pero Mullen tenía un problema con la batería. El vocalista pensó que su compañero se escondía detrás de la batería así que lazó el instrumento. Mullen corrió al camerino para protegerse de la furia del cantante y The Edge intentó defenderlo, pero se llevó el puñetazo, así que también le devolvió el golpe. Esa noche fue todos contra todos.
Guns n’ Roses
Reyes de la escena rock de los noventa, la banda estadounidense arrastraba varias discrepancias, las que se cebaban en el despótico carácter del líder y vocalista, Axl Rose. En cuestión de dos años, el batero Steven Adler y el guitarrista Izzy Stradlin fueron despedidos por Axl. Quedaba Slash, el icónico guitarrista quien también fue cesado a través de un fax que el propio Axl envió a la cadena MTV. Las peleas a puño limpio las propinó el cantante a fanáticos u otros artistas, no a sus colegas; pero su complicada, controladora y obsesiva personalidad conllevó a una colosal enemistad con el icónico guitarrista de melena desenfada, a quien Axl lo tildó como “un cáncer” y hasta vetó su imagen en las playeras que utilizaban los fans en los conciertos. Tras 19 años de no dirigirse la palabra, estos músicos se reencontraron y decidieron volver a tocar juntos.
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Caifanes:
El líder de la agrupación mexicana, Saúl Hernández, y el guitarrista, Alejandro Marcovich, protagonizaron una relación de amor-odio que influenció grandemente en la ruptura de esta en 1996. Muchos señalan como detonantes los egos, otros el dinero, las regalías y los derechos de autor. Pero en una entrevista de 2015, Hernández reconoció que durante la grabación del álbum “El nervio del volcán”, los tensiones eran muy grandes y pasaron a los golpes dentro del estudio. Ese fue el último disco y ahí se reforzó la eterna enemistad de ambos músicos.
Oasis
Los hermanos Noel y Liam Gallagher terminaron siendo casi como completos desconocidos debido a sus diferencias dentro del proyecto británico Oasis. Una pelea en 2009 fue la gota que derramó el vaso. La banda se encontraba de gira mundial y en el backstage de un concierto los hermanos se agarraron a golpes. Los relatos cuentan que Noel le rompió una guitarra a Liam por haber hecho un comentario inapropiado de su novia. El show tuvo que cancelarse y horas después un comunicado oficializó su separación:“Con algo de tristeza y gran alivio les comento que esta noche dejo Oasis. La gente escribirá y dirá lo que quiera, pero simplemente no podía continuar trabajando con Liam un solo día más”. A pesar de los años, los altercados entre estos hermanos continúan hasta cimentar un odio que lleva ya 25 años.
Ramones
Drogas, infidelidades y excéntricas personalidades fueron claves en las fisuras de esta legendaria agrupación de punk. La intensa y friccionada relación entre Joey Ramone (vocalista) y Johnny Ramone (guitarrista) generó el declive de esta banda estadounidense, pues el cantante no soportaba que su colega músico le hubiese quitado a su pareja. A finales de los años 90, los Ramones ofrecieron una entrevista donde confirmaron que a veces ni siquiera ensayaban juntos debido a las rencillas, y reconocieron que solo fingían ser una banda unida, únicamente, para seguir teniendo éxito.
