Los mexicanos esperaban tener su golpe de suerte este martes con la rifa de 95 millones de dólares organizada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en sustitución del frustrado sorteo del avión presidencial.
El dinero quedó repartido en 100 premios de 20 millones de pesos cada uno (950,000 dólares), lo que representa dos tercios de lo que se esperaba recaudar con la venta de todos los boletos.
La venta de los boletos de la rifa comenzó el 1 de marzo, se distribuyeron 6 millones de boletos en todo el país, cada billete o “cachito” costó 500 pesos (unos 23 dólares) y su venta total suma 3,000 millones de pesos (unos 142 millones de dólares). Dos tercios de lo recaudado será para los premios y el resto para los hospitales públicos en plena pandemia por COVID-19.
El evento se desarrolló la tarde de este 15 de septiembre, sin haberse vendido todos los boletos.
Según reconocía el lunes Ernesto Prieto, director de la Lotería Nacional, hasta esa fecha solo se habían vendido 4,179,000 “cachitos”, lo que representa el 69.65 % del total disponible.
“… Si yo me saco el premio, pues lo voy a donar”, había prometido el lunes el mandatario, quien optó por la rifa ante la imposibilidad de sortear el Boeing 787 Dreamliner de 2010.
La ley prohíbe rifar o donar bienes públicos.
Pero aunque ese proyecto se derrumbó, López Obrador promocionó la rifa evocando la aeronave, que tilda de “faraónica” y de “insulto” frente a la pobreza que existe en el país.
Una foto del avión está impresa en los “cachitos” junto con la leyenda de que lo recaudado será para equipar a hospitales que atienden a “gente pobre”.
Sorteo Especial No. 235 de la Lotería Nacional | Gobierno de México https://t.co/w2mRalcDw8
— Gobierno de México (@GobiernoMX) September 15, 2020
Tras casi dos años de mandato, el gobernante tampoco ha logrado vender el Boeing, que descartó usar desde tiempos de campaña, y del cual continuará buscando dueño.
El controvertido avión
Deshacerse del avión, un Boeing 787, el cual tuvo un costo de 218 millones de dólares y ahora ha sido valorado por la ONU en 130 millones de dólares, es una de las principales promesas de López Obrador, quien en campaña lo tachó como uno de los principales ejemplos de los excesos y derroches de los antiguos gobiernos.
Aunque en un momento contempló sortear el vehículo para que quedara en manos de un ciudadano, después rectificó para precisar que rifaría su monto equivalente en premios.
“Ya les adelanto que cumplimos con la meta de obtener para pagar los premios, ya eso está resuelto”, afirmaba el mandatario el lunes.
La aeronave volvió el 22 de julio al Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) tras 19 meses de mantenimiento en California, Estados Unidos.
Para su segundo informe de gobierno, el presidente exhibió este mes un video sobre el avión con capacidad para 80 pasajeros, internet de alta velocidad, cuatro secciones, una oficina, una habitación tamaño “king”, regadera, sala de juntas y área VIP.
El vehículo, fabricado en 2010, acumula casi 1,700 horas de vuelo, mide 56 metros de largo, alcanza una velocidad mayor a los 900 kilómetros por hora, una altura de 13,000 metros y más de 14 horas de vuelo ininterrumpidas.
También ha asegurado que hay dos ofertas de compra e incluso un anticipo de 1 millón de dólares.
Las críticas
Pero el hecho de que no se haya concretado su venta y que los boletos no se hayan vendido ha despertado críticas de políticos de oposición, quienes lo acusan de montar un espectáculo mediático.
“Con el avión, una vez más López Obrador explota el uso de los símbolos para tener una rentabilidad política. Lo que le importa es decir ‘vean los lujos y privilegios de antes y en cambio yo soy austero'”, comentó a la AFP José Antonio Crespo, historiador y analista político.
La aeronave fue adquirida durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) para sustituir un Boeing 757 de 1985 que venía presentando incidentes en su operación. Sin embargo, el único que lo utilizó fue el presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018).
Incluso, este fin de semana trascendió que el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi) distribuyó billetes a 951 hospitales públicos de todo el país pese a que lo recaudado se destinará justamente a comprar equipos médicos.
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“Todo lo que se está obteniendo de la venta de los boletos es para comprar equipos de salud, equipos para hospitales, una vez que se haga la rifa, la semana próxima vamos a presentar un informe del dinero obtenido”, dijo el presidente.
Los premios que recaigan en billetes no vendidos serán entregados a hospitales públicos. Los ganadores de Lotería en México permanecen anónimos.