Paola, Zaira y Lisbeth las jóvenes que demuestran que ser cachiporrista lleva su ciencia
Las jóvenes coinciden en que la participación en los grupos de baile y música es una forma de reforzar en los estudiantes la disciplina, la convivencia e inculcar el sano esparcimiento.
Por Yessica Hompanera
2020-09-12 6:00:12
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Zaira Ramirez de 15 años y Paola Barrientos de 18 años son parte de los grupos de cachiporristas de los centros educativos del puerto de La Libertad. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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Paola Barrientos tiene 18 años de edad y estudia tercer año de bachillerato en Instituto Católico “San Francisco de Asís” ubicado frente al malecón del Puerto de La Libertad. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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Este 15 de septiembre Paola planeaba dejar su legado artístico en el desfile.
de no ser por la pandemia éste sería su segundo y último año de ser cachiporrista. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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En el mundo de las cachiporras los trajes son cruciales, incluso hay concursos en el que se premia el mejor traje de grupo. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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“Ya estábamos buscando a las maquillistas y estilistas que nos iban a ayudar”. comentó Barrientos.
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“Nos sentimos vacías, porque no nos queda de otra que ponernos en nuestras casas a bailar”, comentó durante la entrevista la joven con resignación.
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Zaira Ramírez, de 15 años de edad, estudia noveno grado en el centro Escolar Católico Sangrado Corazón en el puerto de La Libertad. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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Zaira lleva en su sangre la pasión por el baile, pues es una actividad que hace desde que era muy pequeña, pero fue hasta 2017 cuando decidió lanzarse como cachiporrista. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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Los trajes de las cachiporristas pueden llegar a costar hasta $300 dependiendo de la complejidad. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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En marzo, cuando se impuso la cuarentena para prevenir el avance del COVID-19, Zaira aún soñaba que para septiembre todo se mantendría con normalidad para desfilar en las calles de su municipio, pero a medida se iba acercando el mes, las esperanzas se iban perdiendo. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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“El no salir a desfilar ha provocado mucha tristeza y no vivir aquella emoción de colocarse el traje de gala para que la gente disfrute de nuestro show”, explicó Ramirez. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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Las modistas pueden tardar hasta 4 meses para confeccionar hasta 11 vestidos de gala para el grupo de cachiporristas. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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Paola Lisbeth Gonzáles García, de 17 años de edad, es estudiante del Complejo Educativo Católico San José de Nejapa. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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Paola ha sido cachiporrista durante siete años consecutivos hasta que este 2020 obligará restarle a su trayectoria una participación en el desfile del aniversario de la independencia. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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Además de los vestidos, el maquillaje y los pasos de baile, uno de las características más notorias es la sonrisa que cada bailarina reluce mientras recorre las calles, comentó González. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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Yenny García, madre de Paola, siempre la motivó a participar en los desfiles de independencia. Al igual la joven, ella también fue una cachiporrista durante sus años de estudio. Esto les crea un lazo de amistad y amor entre ambas. Foto EDH/ Yessica Hompanera
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Para confeccionar un traje de cachiporrista se buscan lentejuelas, flecos y telas brillantes para que resalten entre la multitud, muchas de las cachiporristas pagan por su cuenta los gastos de los trajes. Foto EDH/ Yessica Hompanera