Gerardo Muyshont y Rebeca Iraheta, amigos y compadres fuera de las cámaras, y comunicadores cuando se acuerdan que también tienen que trabajar, hablan de temas de actualidad en un ambiente casual y relajado con cerveza o vino en mano.
A veces hay invitados, a veces se habla de temas serios, a veces se tocan temas profesionales de mercadeo y publicidad, a veces es pura “changoneta” (una plática informal con cantidad de temas random). Lo que sí no se vale, es ser aburrido, dice la descripción del canal “Desmadres entre Compadres”.
El último invitado al divertido programa fue Fernando Palomo, también periodista de ESPN, e imagen en varios comerciales tanto en territorio salvadoreño como extranjero. En el video “Peloteando, con Fernando Palomo”, Muyshondt e Iraheta hablaron de todo un poco, pero en especial de algunas anécdotas y “pasadas” del comunicador salvadoreño en Estados Unidos.
VÍDEO: Las conmovedoras imágenes de niños no videntes que descubren que tienen enfrente a Lionel Messi“Imaginate hace cuánto fue esto. Fui a revelar unas fotos y me preguntó el que estaba atendiendo ¿pero usted que está haciendo acá? Vine acá a visitar a mi familia, mi familia es de acá, le respondió. Yo pensaba que usted era de afuera, le dijo quien atendía”.
“Muchos por mi acento creen que soy argentino, o argentino “Wannabe”, un término anglosajón que hace referencia a una persona que quiere aparentar ser otra”, manifestó Palomo.
“Yo lo quería interpretar obviamanete, para manejar para toda Latinoamérica un acento neutro ¿no? es más, he conocido voces en especial últimamente Fernando, porque creo que te imitan a vos”, le dijo Mushyhont.
“Ya soy tan viejo que soy imitable, imaginate”, respondió Palomo.
“Eso quiérase o no es un cumplido en tu profesión ¿no?, le devolvió Muyshondt.
El Cádiz incluye al Mágico González en su afiche de 110 aniversario“Lo del acento es porque a mí me dejás en México cinco días y ya estoy hablando puro mexicano. No sé si en Puerto Rico me pasaría porque es un acento mucho más fuerte, pero me ha pasado a cualquier lugar que voy, se me pegan los acentos. Y luego de esto es que va asentándose profesionalmente tu nombre no por querer caer bien, ni mucho menos. Te llevan primero por un lenguaje neutro, puntualmente, entonces a partir de ahí intentás crear un lenguaje neutro. Yo me escucho en el 2000, cuando empecé, y no es muy distinto a como me escucho hoy, para mí desde mi perspectiva. Obviamente quien me escucha, quizás mi esposa dice ¡Uy, sonás muy diferente entonces a como sonás ahora! Pero vas adoptando más vocabulario, adoptas también modismos”.
“Me pasaba desde chiquito, mis primos viven en Guatemala, cerca de la frontera con México, y yo me iba a pasar muchas vacaciones con ellos y ya estaba hablando puro chapín ya”, continuó Palomo.
“Es como que nos volvemos muy versátiles, estás para hacerlos sentir bien”, añadió Iraheta
“Nosotros tres nos juntamos, prendés las cámaras, soy conciente que la gente me está viendo, que la gente tiene una figura formada de mí y demás, no me voy a poner a hablar como hablaríamos nosotros si las cámaras no están prendidas. No dejo así de ser genuino ¿no? creo yo. Vos estás viendo lo que soy.
“¿Se puede interpretar como un respeto a un público más globalizado y no tan específico?”, preguntó Muyshondt.
“Es una manera de verlo, hay otros quienes creen que es por ser una cosa que no soy, eso es lo más lejano. Ahora hay mucho quienes adoptan, que toman esta herramienta como ataque, claro. Te atacan porque no les gusta tu comentario, y me dicen que soy un salvadoreño que quiere ser argentino, para mí que lo sigan diciendo porque no están cuestionando el concepto de lo que digo, sino mi acento”, respondió Palomo.
“¿Estas críticas vienen más de parte de salvadoreños, Fernando?”, dijo Iraheta a Fernando. El periodista, narrador respondió: “Existe un grado de polarización, creo, en el debate per se. Se ha perdido, y lo voy a generalizar, creo, en algún proceso de la academia, se desestimó la relevancia de la confrontación de ideas. Y no se ha enseñado, ni creo a nosotros, mi generación y la de ustedes tampoco, a sentarnos a argumentar posturas en defensa de una idea, respetar, y escuchar sobre todo, para respetar la otra idea. Incluso en el ámbito familiar, en el de las amistades, ustedes se ponen a pensar, no es que sea promotor de ello, pero sí me ha gustado mucho analizar en el paso del tiempo, es más fácil cuando el estudio es recurrente pero no contínuo; dejas de ver a tus amigos un tiempo, te vas, y encontrás que siguen muchos puntos permanentes en el camino, y vos vas conociendo otros comportamientos, y adoptás un poco de los otros comportamientos y me doy cuenta que yo, crecí no para aprender a escuchar, no para aprender de la persona que habla, y entender a la persona que habla, sino para responder”.
“Cada oportunidad de discutir ideas, como una oportunidad de aprender, se intenta convencer al otro de que vos tenés la razón, cuando no se trata de eso”, comentó Muyshondt.
“Al final una opinión es eso, lo que yo elaboro como concepto sobre algo, y en consecuencia está influenciado por todo lo que a mí me forma…”, dijo Palomo.
“La subjetividad es natural, la objetividad no existe”, replicó Muyshondt.
¿Quién es mejor?
“A mí me gusta Messi, y el argumento de que cuestionen mi gusto, es decir, ¿cómo puede ser tan ciego de no reconocer que el máximo goleador de la UEFA Champions League es Cristiano Ronaldo y que está a punto de ser el máximo goleador en la historia a nuvel de selecciones? Mi respuesta es ¿a Raúl lo hubiesen considerado como el mejor jugador del mundo (porque antes de Messi y Cristiano era el máx. goleador de Champions? ¿O a Alí Daei? Que lo cruzás en el centro comercial y no sabés quién es ¿para vos sería el mejor futbolista de la historia?”.