1. Esta flor pequeña, exótica y fragante es una enredadera silvestre originaria de El Salvador, que también puede encontrarse en otros países de Centroamérica e incluso en algunas zonas del sur de México. En algunos lugares se conoce como quelite, que es como se denomina a las flores, hojas y hierbas tiernas comestibles.
2. En nuestro país crece en todo el territorio desde el nivel del mar hasta zonas más elevadas gracias a las características climáticas.
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3. De la planta, los botones son los más apreciados, no así sus flores que entre más maduran se vuelven amargas.
4. Por su singular aroma y sabor se ha convertido en un ingrediente imprescindible de la gastronomía salvadoreña, de manera que se puede degustar en platillos típicos como tamales y pupusas.
Pero también en arroces, en una humeante y sabrosa sopa de gallina o de pollo, en una cremosa salsa con pasta, con pescados, en una suculenta torta de huevos o por qué no en unos huevos revueltos.
Igualmente sabe delicioso en pizzas, quiches, en panes y como ingrediente de quesos, como el de capita y otras variedades e incluso pestos y dips.
5. Destaca por su contenido de calcio, fósforo, tiamina, niacina así como vitaminas A y C, entre otros nutrientes.
Al comprarlo
6. Un buen loroco tiene los botones entre blancos y verdes, y su tallo es verde intenso. En general la consistencia debe ser crujiente y sin duda muy fragantes.
7. Descártalos si presentan manchas o partes oscuras que indiquen pudrición o que estén marchitas. En este último influye la forma de conservación, ya que la humedad las echa a perder con facilidad.
8. A pesar de su exquisito sabor se recomienda usarlo con moderación, pues en grandes cantidades se corre e riesgo de que amargue las comidas. Tampoco se deben utilizar los tallos, pues el aroma y el sabor lo tienen sólo las flores. En cuanto a las raíces de la planta es importante destacar que son consideradas muy tóxicas para los seres humanos.
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9. En refrigeración puede conservarse en buen estado hasta por al menos una semana. También es posible congelarlo, pero en ese caso solo sirve para sopas, salsas o pupusas.
10. Suele encontrarse fresco en los mercados, sobre todo en la época lluviosa, aunque también hay lugares donde lo comercializan en salmuera, enlatado, deshidratado y en vinagre.