Eden Hazard sigue en el ojo del huracán. Indiscutible en la Premier League, desde que llegó al Real Madrid como el súper fichaje de Florentino Pérez en 2019, el belga no ha cumplido lo que se esperaba. Cierto es que las lesiones no le han permitido desplegar su talento futbolístico vestido de blanco, pero también es cierto que, cuando jugó, no llegó a mostrar por lo que se pagó.
Valga decir que precisamente las lesiones le han llevado a estar falto de ritmo cuando ha estado disponible para Zinedine Zidane, y que al menos ha tenido que pasar por tres procesos diferentes, el más complicado, una operación de tobillo que le ha llevado a múltiples aplazamientos de sus vueltas a cancha.
Sin embargo, en el último tramo, mientras el Madrid luchaba por asegurar el título de España, Hazard volvió a recibir el alta médica, apenas jugó y no llegó a encontrar ritmo. Precisamente por esto, sorprendió que priorizara por irse a la convocatoria con Bélgica, cuando, en efecto, no llegó a disputar ni un solo minuto con el combinado nacional para el torneo de la Liga de Naciones de Europa.
El jugador belga Eden Hazard reveló sus miedos en tiempos de Covid-19
Su próxima oportunidad (en partido oficial) será hasta el 10 de noviembre, en la siguiente ventana de FIFA para el viejo continente, o en el amistoso que se tiene previsto contra Nueva Zelanda, el 8 de octubre. En esta Liga de Naciones, Bélgica venció por 5-1 a Islandia el martes pasado, y por 2-0 a Dinamarca, el sábado.
El entrenador de Bélgica, Roberto Martínez, explicó al periodista Juanma Castaño, de El Partidazo de Cope, que Hazard sólo ha completado 14 entrenamientos y necesita al menos 60 sesiones para alcanzar un estado de forma adecuado para poder jugar.
En vista de esto, que entonces Bélgica ya tenía previsto que no utilizaría oficialmente al jugador y solo estaría entrenando, ha sido mal visto desde la interna blanca que se haya ido a “poner en forma” con su Selección y no con el equipo merengue.
Eso sí, el jugador estaba en su derecho de poder aceptar esa convocatoria, y, de haberse negado, habría tenido que buscar una forma de justificarlo, aunque una válida era precisamente decir que no estaba listo para poder jugar y que tenía que ponerse en forma con su equipo.