Copa Oro, las curiosidades del torneo más extraño del mundo donde es protagonista la Selecta

La competición de la CONCACAF que se jugará en el 2021 tiene ciertas particularidades que lo hacen insólita. La más reciente, la invitación a Catar para las dos próximas ediciones

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Entreno de El Salvador previo a un partido de Copa Oro. / AFP / Brendan Smialowski

Por Claudio Martínez, especial para CANCHA

2020-09-03 7:53:24

Hay torneos raros en el mundo. Desde la bizarra Liga GM, esa Primera División en Groenlandia que se disputa enteramente en una semana, hasta la Indian Super League, que dura apenas tres meses. Pero a nivel de selecciones, nadie le quita a la Copa Oro, orgullo de la Concacaf, el título de torneo más extraño del mundo. ¿Por qué? Sobran razones -muchas de ellas a causa de privilegiar lo económico por sobre lo deportivo- y aquí se enumerarán.

1. ÚNICA CON SEDE ÚNICA.

La Copa Oro es a la CONCACAF lo que la Copa América es a la CONMEBOL y lo que la Eurocopa es a la UEFA, por citar unos casos. ¿Se imaginan que todas las Copa América se disputasen en Chile o todas en Brasil? ¿O que las últimas 10 ediciones de la Eurocopa se hayan realizado en Alemania? Pues eso es lo que pasa con la Copa Oro, que siempre ha tenido como sede Estados Unidos. En dos ocasiones, 1993 y 2003, compartió con México. Sí, Estados Unidos tiene estadios y poder económico, pero hay otros que podrían organizarla. Para la Copa Africana, aún con sus problemas, han sido sedes Malí, Angola, Ghana, Gabón, Guinea Ecuatorial. Lo mismo en Asia. Incluso en la Copa de Oceanía, aplicando la misma lógica solo podrían organizarla Australia (ahora se pasó a Asia) y Nueva Zelanda, pero hubo ediciones con sedes en Tahiti (2000) e Islas Salomón (2012)

2. MÁS SEDES QUE PARTICIPANTES.

Único caso en el mundo en que un torneo tiene más sedes (13) que equipos participantes (12, en las últimas ediciones, antes del 2021 que serán 16 selecciones por primera vez). De hecho, esta Copa Oro tiene más sedes que el Mundial de Brasil 2014, que tuvo 12, las mismas que tuvo Rusia 2018. Eso implica que ningún equipo jugará más de un partido en un mismo estadio, lo que obliga a las selecciones a no tener una base de entrenamiento fija y, por lo contrario, estar volando todo el tiempo, juego tras juego. Otra curiosidad de la edición 2015: una de las jornadas se jugó en Toronto, en pleno desarrollo de los Juegos Panamericanos. Los partidos se disputaron en el BMO Field (uno fue El Salvador-Jamaica), que por esos días se usó para los juegos de rugby seven de Toronto 2015. En la edición 2019, donde participaron 16 países… hubo 17 sedes, incluyendo San José (Costa Rica) y Kingston (Jamaica).

3. CANADÁ, SIEMPRE CLASIFICADO.

Mientras los equipos del Caribe y de Centroamérica tienen que jugar una eliminatoria previa para clasificar a la Copa Oro (para esta edición valió la Liga de Naciones), los tres representantes de Norteamérica tienen el boleto asegurado. Se entiende el privilegio hacia Estados Unidos (5 títulos) y México (6 títulos), pero es inexplicable lo de Canadá. Lo primero que surge es que recibe boleto directo porque no tiene rivales para eliminarse, a menos que lo pongan a competir con Centroamérica y el Caribe. Pero su nivel en la última década y su Ranking FIFA no justifican que sea mejor que Costa Rica u Honduras, por ejemplo, que no tienen boleto asegurado. Un argumento por el cual Canadá tendría el boleto directo eterno sería -nadie lo ha dicho- por su condición de campeón: lo fue en la edición del año 2000. Pero de ser así, cualquier otra selección campeona debería tener el mismo derecho en caso de ganar la Copa Oro.

4. EL SORTEO QUE NO ES SORTEO.

Un clásico de la CONCACAF. Mientras que en la mayoría de torneos importantes el sorteo de los grupos es público y televisado, como el Mundial, Champions, Eurocopa, etc, aquí no interviene tanto el azar. Más que sorteo, lo que se hace es “acomodar” los grupos según la voluntad de unos cuantos, que deciden en un cuarto cerrado quién va a qué grupo. Lo único que hay son cabezas de serie. Y una vez se acomodan el resto, se hace una conferencia de prensa para anunciar cómo quedaron los grupos. Eso, más que nunca, quedó expuesto en la edición 2013, cuando antes de la conferencia oficial donde se iban a dar a conocer los grupos, éstos ya estaban publicados en la página de la CONCACAF.

5. PREMIOS FANTASMAS.

Como sucedió en todas las ediciones pasadas, el premio económico para el ganador de la Copa Oro, así como para el subcampeón y el resto de participantes sigue siendo un misterio, como siempre. No pasa eso con la UEFA, que con tres años de anterioridad ya anunció que para la Euro 2016, a realizarse en Francia, repartirá 414 millones de dólares, de los cuales 37 serán para el campeón. La CONMEBOL oficializó tres meses antes que entregaría 50 millones a repartir en la Copa América, con 6.5 millones para el campeón. La cifra de la Copa Oro siempre fue baja, sobre todo teniendo en cuenta los jugosos ingresos por venta de boletos. Un buen ejemplo ocurrió en 2011, cuando México se agenció la miserable suma de $200,000 por ser campeón al vencer a Estados Unidos ante 93,000 personas en el Rose Bowl, Pasadena. Sí, $200.000, cuando sólo el día de la final se recaudaron más de 7 millones de dólares. La ironía más grande es que México, campeón de la Copa Oro 2011, días antes había recibido $750,000 por su participación en la Copa América de Argentina 2011, donde quedó último. Sí, tres veces más dinero por ser último que por ser campeón. Para la edición 2019 mejoraron: el campeón, México, se llevó 1.2 millones.

6. SE JUEGA CADA DOS AÑOS.

A contramano del resto de las Confederaciones, la Copa Oro sigue realizándose cada dos años. Solo la Copa Africana de Naciones -que tampoco es un ejemplo- sigue esa línea. Y la Copa América, que con sus ediciones extra se ha vuelto impredecible. El resto lo hace cada cuatro. Eso hizo, por ejemplo, que el campeón 2015 no consiguiera el boleto directo a la Copa de Confederaciones Rusia 2017 sino medio, que dirimió con Estados Unidos, campeón de la edición 2013, en una final. El disputarla cada dos años también tiene otro problema: la edición que se juega previa a los años de Mundiales (2009 y 2013, por ejemplo) cae en medio del hexagonal final y la mayoría de los participantes envían un equipo B.

7. JUEGAN NO AFILIADOS A LA FIFA.

Es común que selecciones participen selecciones que no juegan eliminatorias por no estar afiliadas a la FIFA. Algunas veces han sido Martinica y Guadalupe, que dependen de la Federación de Francia. En esta ocasión tampoco hay invitados, pero ningún otro torneo de selecciones ha tenido tanta participación de países de diferentes confederaciones como la Copa Oro: de Sudamérica, de Asia y de África. Hay que recordar que por la Copa de Oro -cuyo trofeo, vale decirlo, no es de oro, simplemente está enchapado en oro- han pasado invitados extraños como Brasil, Colombia, Perú y hasta Corea del Sur y Sudáfrica. En ese sentido, es tan raro como ver jugar a Japón en la Copa América (1999).

8. EL LOCAL NO ES LOCAL.

Que se juegue siempre en los Estados Unidos no necesariamente representa una ventaja para el equipo anfitrión. Ha pasado en más de una ocasión que los estadounidenses han sido “visitantes” en su propia tierra. Jugar contra México en Los Ángeles, contra Honduras en Houston o contra El Salvador en Washington DC los vuelve minoría. Otra cosa que se repite es que los partidos decisivos de fase de grupos, es decir la tercera jornada, no se jueguen simultáneamente como hace FIFA en todas sus competiciones para evitar especulaciones. Al igual que la Copa América, aquí hay equipos que salen a jugar con el resultado del partido anterior ya conocido, lo cual se presta para algunos “pactos” siniestros.

9. LA LIGA LOCAL NO SE DETIENE.

Como se vio en ediciones pasadas, pesar de que varios de los equipos de la MLS aportan a la selección estadounidense y a otras selecciones, la liga local no se detiene, algo impensado en cualquier otro torneo continental. Mientras se juegue el torneo de selecciones, la MLS sigue su programación habitual. Es más, hubo ediciones, como la del 2003, en las que se dieron triples jornadas donde se mezclaban partidos de Copa Oro y MLS. Uno de esas ocurrió el 16 de julio de 2003, cuando jugaron Cuba-Costa Rica, luego New England-Dallas Burn y cerraron con El Salvador-Martinica.

10. SE PUEDE CAMBIAR EL 25% DEL PLANTEL EN MEDIO DEL TORNEO

Entre las excentricidades de la Copa Oro -donde por cierto no habrá control antidoping- figura en el reglamento que aquellos equipos que avancen a la siguiente fase pueden hacer hasta seis cambios de jugadores. Sí, 6 futbolistas: es decir más del 25% de la plantilla. Ni un Mundial, que son más partidos y dura un mes, contempla esa posibilidad. Solo en caso de lesión grave se permite el reemplazo.

11. LOS EXTRAÑOS INVITADOS

En la historia, los organizadores de la Copa Oro optaron por llevar una selección invitada. Las que más veces repitieron son Brasil y Colombia con tres participaciones cada uno. Pero también estuvieron Ecuador, Perú, Corea del Sur y hasta Sudáfrica, esta última en la edición del 2005. En el más reciente anuncio que hizo la CONCACAF con el nuevo formato de competencia, llevaba una información adicional. Entre las 16 selecciones que van a competir se incluyó a Catar, anfitrión del Mundial del 2022. Por si fuera poco, se confirmó para las dos próximas ediciones.

La Copa Oro, definitivamente, es el torneo más raro del mundo. Está lleno de rarezas y de situaciones particulares que no tienen comparacion entre sus pares. Solo podía competir, si se esmeraba, aquella Copa Centroamericana, la cual ya no se juega, pero que paradójicamente, en las últimas ediciones ya no se jugó en ningún país de Centroamérica sino en Estados Unidos