La Fundación Salvadoreña para la Salud y el Desarrollo Humano (Fusal) informó que a través de la iniciativa Fondo de la Solidaridad ha logrado movilizar más de $2 millones, los cuales han servido para contener y superar los efectos negativos de la pandemia en El Salvador.
Estos fondos han sido invertidos en tres pilares fundamentales: pruebas de detección de la COVID-19, adquisición de equipo de protección personal (EPP) para el personal médico y asistencia técnica.
El presidente de Fusal, Ricardo Poma, mencionó que la fundación siempre ha estado al lado de los salvadoreños en momentos de crisis como la actual. Agregó que el Fondo de la Solidaridad permitió que el sector privado y muchos otros salvadoreños conformaran un solo equipo para apoyar y atender las necesidades que enfrentó la población durante la emergencia.
“Desde el inicio tratamos de hacer la diferencia seleccionando las áreas donde identificamos que tendríamos el mayor impacto y con el apoyo de expertos definimos que estas eran proveer equipo de protección personal, pruebas para COVID-19 y asistencia técnica para tener una amplia capacidad de toma de pruebas”, señaló Poma.
Distribución del Fondo de la Solidaridad
A septiembre, la iniciativa promovida por Fusal ha entregado más de 26,000 pruebas para el diagnóstico de COVID-19. Las primeras se utilizaron para la identificación de casos en hospitales; También se donó pruebas para cuantificar anticuerpos en donantes de plasma convaleciente distribuidas a los hospitales Benjamín Bloom, Militar y El Salvador.
Como parte de la donación, en este último nosocomio se habilitó una máquina de quimioluminiscencia cedida en comodato al Ministerio de Salud (Minsal), lo cual permite que ahora se puedan recibir donaciones de plasma convaleciente.
25 %
Del fondo servirán para comprar EPP. Una de las prioridades del Fondo de la Solidaridad es proveer de insumos médicos al personal de primera línea. En total serán 23 hospitales públicos beneficiados.
Mientras tanto, las próximas semanas se realizará la entrega de EPP a hospitales de siete departamentos, en donde se concentran el 83 % de los casos de COVID-19. Para garantizar que esta distribución sea estratégica, Fusal consultó las necesidades de cada centro asistencial, lo que permitió determinar que el sistema de salud se verá fortalecido con más de 30,000 kits de EPP para 23 hospitales de la red pública del país.
En total, más de $500,000 del Fondo de la Solidaridad han sido destinados a la compra de EPP como mascarillas N95 o equivalentes, mascarillas quirúrgicas, lentes y caretas protectoras, guantes, protectores de calzado, gorros desechables, gabachones antifluidos y trajes de protección nivel 3.
“Agradecemos la disposición y compromiso de los empresarios y ciudadanos a unirse por el bien común y apoyar significativamente para que el país supere de la mejor manera esta emergencia”.
Por otro lado, como parte de la asistencia técnica, Fusal hizo recomendaciones y propuestas de mejores prácticas en la logística de toma de muestras, como por ejemplo la creación, desarrollo y entrega de ocho cabinas especiales para la toma de estas.
Dichas cabinas, ubicadas en griparios de hospitales y en el Aeropuerto Internacional San Óscar Arnulfo Romero, mejoran el nivel de protección del personal de salud que realiza labores de tamizaje para pruebas de COVID-19.
Para el presidente de Fusal es importante que los salvadoreños sepan que estos fondos son manejados con transparencia, por lo que comunicó que la firma Pricewaterhouse Coopers El Salvador auditará la gestión de esta iniciativa.