Jay Brewer es un cuidador de animales que se ha vuelto muy famoso en las redes sociales como Instagram o TikTok debido a sus videos.
Este hombre tiene un zoológico de reptiles y animales exóticos que se sostiene con donaciones. Se dedica a criar cocodrilos y lagartos, pero también mantiene una fuerte reproducción de serpientes.
Internet le ha abierto el camino para mostrarle al mundo cómo hace para lidiar con estos animales. Recientemente se popularizó aún más con un clip sobre las mamás serpientes, pues en las imágenes Brewer intenta quitarle los huevos a una pitón para seleccionar los que no cuajarán y los que se desarrollarán y los coloca en una incubadora.
“Las pitones reticuladas generalmente no son tan agresivas, pero cuando les quitan sus huevos para dar a las crías las mejores posibilidades de eclosionar en una incubadora, ellas no entienden que solo estoy tratando de ayudar a sus hijos, es parte del trabajo”, señaló en la publicación.
En el video de más de cinco minutos Brewer sufre ataques instantáneos del gigantesco animal, pero ninguna mordedura. Además demuestra qué hay dentro de los huevos de los que no nacerán serpientes. A lo largo de la producción, el cuidador no manifiesta miedo, sino un excelente manejo y control de ese animal salvaje.
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Brewer empezó ese zoológico él mismo. Todo inició en 1988 cuando era solo una tienda de mascotas en Fountain Valley. Después de 20 años se atrevió a crear un zoológico de reptiles y animales extraños. Recibió ayuda de donaciones pero también invirtió $500 mil de su bolsillo para dar vida a ese ambicioso proyecto.
La decisión, según contó a la revista The Orange Country Register, surgió porque entre 2005 y 2007 la gente no compraba a los animales. “Ya no podíamos permitirnos el mantenimiento de una tienda… Los animales deben mantenerse vivos”, contó, así que los cambios fueron necesarios.
Brewer se denomina un amante de la herpetología —tratado de los reptiles según la RAE— desde su infancia. “Tenía una pasión por eso cuando era niño. La segunda serpiente exótica que tuve fue una pitón reticulada, cuando tenía 14 años”, recordó. Según él, nunca encajó bien en la sociedad por sus extraños gustos, “pero encajo bien aquí”, mencionó refiriéndose al zoológico.
Aparte de todo, su propósito es enseñarle a los niños que a los animales se les debe cuidar y respetar. “Lo más emocionante es cuando un padre se me acerca y me dice la gran diferencia que hacen cosas como esta (en la vida de sus hijos)”, confesó.