Los del régimen no cesan de comprar a sobreprecio a aliados y allegados  

Lo más repugnante es haber postergado hasta el último momento la compra de un seguro de vida para quienes están en la línea frontal en la lucha contra la pandemia...

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Sindicalistas de la alcaldía de Soyapango han bloqueado la entrada a las oficinas centrales de la municipalidad. Foto EDH/ Jorge Reyes

Por El Diario de Hoy

2020-08-31 6:00:39

El ministro de Agricultura rehúsa aclarar los motivos por los cuales adquirió  50,000 toneladas de granos a un precio por encima de los vigentes en el mercado, en igual forma como el ministerio de Salud compró mascarillas NO certificadas elaboradas por un fabricante de suelas de zapatos a un sobreprecio muy superior a los vigentes en plaza.

¿Cómo el Minsal le compra un millón de mascarillas a un fabricante no certificado para entregarlas a personal de primera línea, con un sobreprecio del 65%, mientras simultáneamente le exige a todo el sector privado que provea mascarillas certificadas por la FDA? Nadie lo explica. Que lo mismo pueda estar pasando con el suministro de  batas, botas y similares atuendos lo plantea el número de médicos, enfermeros y personal auxiliar de salud que han muerto hasta hoy: más de un centenar.

Las compras a sobreprecio a parientes, aliados, excuñados, asociados, etcétera, es lo de todos los días, lo cotidiano, lo esperado.

Cantinflas diría: una compra que no sea a sobreprecio, un contrato que no se adjudique al dedazo, permanentes movidas entre los miembros del círculo de confianza sería como un vaso de leche sin agua. Aquí los casos más recientes, la última hornada: la compra de toneladas de alimentos a una empresa ligada a un funcionario y a una firma brasileña vinculada a la red de corrupción de Lava Jato. A esto se suman los daños al acceso al puente Chichilco, sobre el río Torola, a ocho meses de su construcción y que no es hasta ahora que requieren “con urgencia” contratar servicio de lavandería para el Hospital Cifco.

Lo más repugnante es haber postergado hasta el último momento la compra de un seguro de vida para quienes están en la línea frontal en la lucha contra la pandemia… Lucha contra la pandemia pero, todavía peor, batalla contra las ocurrencias, imposiciones, dislates, insultos, amenazas y burlas de su excelencia (lo decimos sin sarcasmo, sin animus iniurandi).

Para callar a todos sus críticos, su excelencia ((lo decimos sin sarcasmo, sin animus iniurandi) ha dejado ir un tremendo cañonazo: una fotografía sentado frente al Visitador de la Real Audiencia!!!

Callaos ¡Oh pipiles!

Si no se callan, si no dejan de molestar, de señalar las grandísimas vigas en los ojos de casi todos los miembros del grupo en el poder, para eso están los troles. En una trolecracia como la que se ha instalado en este suelo lo obvio es dejar ir andanada tras andanada de insultos, descalificaciones y amenazas, al lado de la lluvia de alabanzas, loas, piropos hacia el excelentísimo ((lo decimos sin sarcasmo, sin animus iniurandi)..

La amenaza grave tras este embrollo es que nuestro país caiga en el fascismo

No se trata de que suframos como sociedad únicamente de un problema de narcisismo extremo como lo señala, entre otros, el médico siquiatra José Miguel Fortín Magaña, sino, lo más grave, de una amenaza fascista, como lo acaba de advertir el jurista argentino Sergio Miguel Díaz Ricci.

El fascismo lo fundó el italiano Benito Mussolini, mentor ideológico de Hitler, a partir de un hecho: el tren expreso ¡expreso! Milán-Roma salió con tres días de retardo. Ese fue el detonante en que basó su movimiento, usando el símbolo de la antigua Roma de un hacha sostenida por un haz de varas: ¡¡¡Nuestra fuerza se basa en la unión de todos!!!

El fascismo, al igual que el nazismo y el comunismo, son malvadas variantes del marxismo.

Mussolini, como lo señala el doctor Díaz Ricci, se fundamentó sobre los medios de comunicación masivos de su época, propaganda de saturación en radios, periódicos, cine, pancartas, lo que a su vez hicieron nazis y son las tormentas de troles y propaganda del bukelismo.

El objetivo, que por sus graves errores y el torpe manejo de la pandemia, por la “sobreprecioitis”, por el descrédito interno y externo del 9F, no parece que lo va a lograr el régimen, pero siempre queda la amenaza de los incautos que le siguen, igual como en la Bella Italia de los Años Treinta…