Parecía una cuestión de lógica y de sentido común. Pero no lo fue. La burbuja que se desarrolló en la Fesfut tuvo una falla de entrada: se hicieron las pruebas y largaron los entrenos. Lo más sensato hubiese sido hacer las pruebas, esperar los resultados y luego a la burbuja. No se habla con “el diario del lunes”: esto se dijo antes y se repitió en varios programas periodísticos y no fueron pocos los periodistas que alertaron sobre el tema.
El caso es que dio un positivo (Iván Mancía, asintomático) y enseguida se dispuso que todos los jugadores estuvieran en cuarentena, incluido el cuerpo técnico, y la suspensión de los entrenos. Evitable.
Selección Panamá: 2 positivos de (Botello y Small). Ellos y otros 2, a cuarentena (Ramos y Ceceña por criterio de contacto). Luego inició su concentración de 40 días
Selección El Salvador: 1 positivo, entrenamientos suspendidos y todos van a cuarentena incluyendo cuerpo técnico pic.twitter.com/hdPIPWcwHP
— Gustavo Flores (@Gusflores21) August 28, 2020
No es la primera vez que hay un positivo en un equipo de fútbol y desde aquí le deseamos pronta recuperación al querido flaco Mancía. En Sudamérica, en Champions (recordar el caso del Atlético Madrid) y en torneos menos importantes ha sucedido.
Inclusive aquí en Centroamérica, en Panamá, acaba de pasar con dos convocados a su Selección: Rolando Botello y Carlos Small, dieron positivo y entraron en cuarentena. Otros dos jugadores, Jiovany Ramos y Jonathan Ceceña, también a cuarentena “por cumplir con el criterio de contacto”.
El resto de los convocados se fueron a una concentración de 40 días. “Durante la “burbuja” el criterio de aislamiento debe ser del 100% y por eso, ya estaba estipulado, ningún miembro de la delegación debe tener ningún tipo de acercamiento con personas ajenas a la misma”, explicaron desde el cuerpo médico panameño.
Un protocolo bien realizado y una preparación ejemplar la de los vecinos canaleros. A imitar lo bueno.