Restaurantes se ajustan a la nueva realidad de la pandemia

Aunque el confinamiento obligó a sus dueños a cerrar sucursales, estos meses sin actividad sirvieron para madurar una estrategia, mejorar espacios y ampliar menú.

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Mayela Torres y sus tres amigos afirmaron que extrañaron el lugar los cinco meses que estuvo cerrado. El grupo tradicionalmente ha frecuentado El Establo por lo menos una vez por semana, afirmó la comensal. Foto EDH / Yessica Hompanera

Por Magdalena Reyes

2020-08-29 9:35:06

Después de cinco meses de cese de operaciones por la cuarentena provocada por el COVID-19 los restaurantes se están reinventando. Es el caso del emblemático negocio El Establo, el cual abrió sus puertas el pasado martes, con un espacio remozado y con nuevos integrantes en su menú.

“La verdad es que estamos felices de poder abrir nuevamente, después de estar cinco meses cerrados que no atendimos ni a domicilio ni para llevar”, dijo la gerente de mercadeo, Daniela Daboub.

Los cinco meses de confinamiento les sirvieron para analizar qué se podía mejorar y la decisión fue renovar el lugar, después de 13 años de operaciones en los que no habían hecho cambios de diseño.

“Pensamos que para volver a atender a nuestros clientes era necesario hacer este tipo de cosas, también vimos qué platillos se podían integrar acá con los que teníamos en San Benito, entonces integramos el boqueadito de mar”, destacó la ejecutiva.

VER: El Establo aclara que no cierra su única sucursal

Es un plato de bocas para seis personas con una mezcla de mariscos empanizados, calamar, camarón, pescado, aros de cebolla empanizados y yuca frita. También han integrado dos platillos más y se han enfocado en la mejora de los ceviches y cocteles.

Además de reactivar su restaurante, también han retomado el servicio para llevar y a domicilio.

El mobiliario del segundo nivel tiene mesas para grupos familiares o de amigos de hasta 10 personas. Foto EDH / Yessica Hompanera

“Permanentemente cerramos la sucursal de San Benito, porque por todo esto de la pandemia y de la crisis tuvimos que reordenarnos y pienso que para todos es un momento de adelgazar estructuras porque sino, no se puede sobrevivir en esto. Decidimos enfocarnos acá en esta sucursal y la hemos renovado totalmente”, detalló la gerente.

Han remozado los espacios con nuevo color en las paredes, con mobiliarios más estilizados, nuevos cuadros en la decoración y adaptación de luces en el techo. En la segunda planta el mobiliario es totalmente nuevo y tiene un espacio ideal para reuniones de grupos de hasta 10 personas, siempre respetando un ambiente más familiar.

En este momento brindan servicio con el 50 % de la capacidad de sus mesas y se han preparado para atender a los clientes en un espacio con bioseguridad, con protocolos como limpieza de calzado, toma de temperatura y alcohol gel para las manos.

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Además han implementado el código QR para que los clientes descarguen el menú en su teléfono celular y puedan ordenar. De esa manera se descarta el contacto con menús en físico.

Tienen la modalidad de código QR para que los clientes descarguen el menú y no tengan contacto físico con la carta.

Además, las mesas, los servilleteros, los botes de chile, la salsa inglesa, todo lo que la gente utiliza en la mesa se desinfecta cuando un cliente se levanta. Los meseros también usan mascarilla y caretas.

En su primera semana de operaciones, Daboub afirma que han alcanzado el 50 % de espacio habilitado, sobre todo en horas nocturnas, aunque el movimiento también es dinámico al mediodía. Los horarios se mantienen de domingo a jueves y sábados de 11:00 a.m. a 10:00 p.m. y los viernes de 11:00 a.m. a 12:00 de la media noche.

Pero… ¿por qué invertir en tiempo de crisis?

Aunque fue fuerte cerrar la sucursal San Benito, este tradicional restaurante enfocó sus esfuerzos en atraer parte de la clientela que tenían en aquel espacio para que migraran a la sucursal Universitaria.

Tampoco pierden la esperanza de abrir de nuevo otra sucursal de El Establo para llegar con su menú y servicios a otras zonas del Gran San Salvador.

Esta semana la afluencia de los clientes ha sido buena y las expectativas están puestas en este fin de semana, respetando la cantidad de mesas que deben atender con grupos, con un máximo de 10 personas.

“Esperamos que sea un éxito total pero también para nosotros es importante que la gente esté segura. Estamos conscientes que esto eventualmente irá mejorando. En la medida que el Gobierno diga que podemos abrir a mayor capacidad y vayan bajando los casos, nosotros vamos a ir aumentando la capacidad”, destacó.

Reiniciaron operaciones con seis meseros y sumando a cocineros y administrativos son 17 colaboradores, y esperan ir reintegrando a más gradualmente.