Volver a abrir el telón no será fácil para miles de comerciantes que han tenido que despedir a sus empleados porque se quedaron sin ingresos, debido al cierre prolongado de la economía.
Son más de 80,000 personas las que se quedaron sin empleo en los últimos meses, según datos oficiales del Seguro Social y de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) plasmados en el más reciente informe económico de la ANEP (Asociación Nacional de la Empresa Privada).
De los meses en confinamiento, abril y mayo fueron en los que más cese de empleados hubo: 29,234 el primer mes y 34,788 el mes siguiente.
Y según las proyecciones que se plantean en el informe, el saldo de desempleados del sector privado formal al final de este año puede ser hasta de un 20%, es decir casi 140,000 personas que se quedarían sin trabajo. Esto implicaría un retroceso de 10 años en el empleo formal del país.
Según Waldo Jiménez, director de Asuntos Económicos de ANEP, los empleos que tanto costó construir en 30 meses, es decir de enero de 2010 a 2012, tras la crisis financiera internacional, cayeron en tansolo cuatro meses de este año por efecto de la paralización económica.
Según datos del Seguro Social, la pérdida de empleos del sector privado formal es del 11.6%, lo que significa de 692,411 trabajadores que habían en enero bajó a 612,183 en mayo.
Y de acuerdo al Informe Estadístico Previsional de la SSF, citado por la ANEP, en enero habían 739,434 empleados, pero en junio pasaron a ser 661,024 personas registradas en el Sistema de Administración de Pensiones (SAP), es decir hubo 78,410 despedidos, siendo abril cuando hubo más cesados:39,064 trabajadores.
Para Waldo Jiménez, las proyecciones que se han hecho basado en las cifras oficiales indican que el desempleo aumentará. En el escenario más prudente calculan que podrían ser 103,740 personas sin empleo, que sigificaría un 15% de los trabajos formales.
Mientras que en el escenario más duro para los salvadoreños pueden ser hasta 138,320 personas, lo que haría retroceder una década.
Remesas suben en los últimos tres meses
La reactivación económica en Estados Unidos y en otros países donde residen salvadoreños, luego de que levantaran el confinamiento por la pandemia de COVID-19, influyó positivamente para que los connacionales enviaran más remesas a sus familiares acá en el país.
Eso se ha visto reflejado en los últimos tres meses, ya que comenzaron a subir los envíos, tras la fuerte caída que tuvieron en abril, uno de los meses más críticos de la pandemia en Estados Unidos, pues de haber ingresado $440 millones en remesas en marzo estas cayeron a $287 millones en abril. Entre marzo y mayo ingresaron $336 millones menos en remesas al país.
Pero en mayo comenzó a verse una leve recuperación y el envío de remesas subió a $414 millones, luego en junio fueron $508 millones y en julio la cifra llegó a $553 millones, es decir que entre estos dos últimos meses el país recibió $114 millones más en remesas, según información del Banco Central de Reserva (BCR).
En un reciente informe económico y basado en datos del BCR, la ANEP hace una proyección a diciembre 2020 que indica que el ingreso en remesas este año será de $5,276 millones, lo que implicará una reducción de $ 373 millones.
Esta baja no es tan drástica comparada con las caídas en otros indicadores económicos, tras más de cinco meses de confinamiento. Y si bien ayudará a dinamizar la economía, el escenario puede cambiar.
“Este comportamiento no es seguro que sea sostenible, porque la economía de Estados Unidos mantiene un comportamiento incierto por el aumento significativo de casos de COVID-19. Esperamos que la principal recuperación del país no esté enfocada en remesas, sino en atraer inversiones y generar empleos”, expresó Waldo Jiménez, de la ANEP.
