Toda mujer que recurre a los métodos anticonceptivos está previamente preparada para todo lo que esto implica, ya que el médico ginecólogo explica de antemano los efectos, ventajas y desventajas que traen consigo estos tratamientos.
Aunque algunas veces se ingieren como planificación familiar, en otras ocasiones estos medicamentos son utilizados con otros objetivos, como normalizar el periodo menstrual o incluso tratar problemas generados por los ovarios poliquísticos.
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Al comenzar a tomar anticonceptivos hormonales (pastillas, inyecciones, parche cutáneo, anillo vaginal, implantes y DIU hormonales) se sufren todo tipo de efectos secundarios, buenos y malos.
En este artículo nos enfocaremos en la utilización de las famosas pastillas anticonceptivas.
Entre los beneficios, de acuerdo a la Clínica Mayo, están la disminución del riesgo de padecer cáncer de ovario y de endometrio, un embarazo ectópico, los quistes de ovario, una enfermedad mamaria benigna, acné, calambres menstruales; también reducción de la producción de andrógenos causada por el síndrome de ovario poliquístico, así como tener períodos menstruales más cortos, entre otros.
Las desventajas de estos tratamientos en general son sangrado leve o manchado intermenstrual, sensibilidad en las mamas, presión arterial elevada, dolores de cabeza, náuseas o hinchazón.
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Además, las píldoras anticonceptivas combinadas aumentan el riesgo de padecer determinadas enfermedades que pueden ser graves como coágulos sanguíneos en las piernas, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares (la probabilidad aumente si fumas), trastornos hepáticos o enfermedad de la vesícula.
Después de cierto tiempo, muchas veces los inconvenientes pesan más que las ganancias y es cuando ocurre la interrupción del tratamiento.
Al momento de decidir la suspensión o no también sobresalen los pros y los contras. Obviamente perderás cualquier beneficio que te daban estas pastillas desde que las dejas de tomar; el más importante es que al dejar de tomarlas podrías quedar embarazada.
El sitio flo.health destaca que “no existe un método concreto para dejar de tomar las píldoras anticonceptivas tras su uso durante un período largo. Puedes dejar de tomarla a la mitad de un blíster o terminar de tomar el blíster entero y no comenzar otro nuevo”. Expertos coinciden en que lo mejor es terminar el blíster comenzado.
Tienes que tomar en cuenta que antes que nada debes consultar a un médico, aunque en estos tiempos de pandemia se dificulta debido a la desconfianza que genera ir a una clínica, independientemente la especialidad.
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El sitio mencionado retoma los comentarios de la doctora Kate Shkodzik, especialista en embriología y ginecología endocrina, sobre los efectos secundarios más comunes al abandonar los anticonceptivos hormonales.
Menstruación irregular. “Es normal que tu menstruación se retrase cuando dejas de tomar anticonceptivos porque tu cuerpo necesita un tiempo para adaptarse a los nuevos niveles hormonales”, asegura la profesional.
También existe un alto porcentaje que veas menstruaciones irregulares durante varios meses. Y si usas la inyección como anticonceptivo, es posible que pase más tiempo para tener un periodo menstrual normal.
Acné hormonal. Los tiempos de tener una tez perfecta serán del pasado cuando dejes de tomar estos anticonceptivos. Si sufrías de acné antes de consumir estos medicamentos es probable que vuelva.
Cambios de humor. Sobre todo en las primeras semanas, pero poco a poco todo se irá normalizando hasta que nuevamente llegue el ciclo menstrual.
Menstruaciones abundantes y dolorosas. Tanto las píldoras como los implantes tienen el poder de desaparecer hasta los dolores menstruales más intensos, por lo que los cólicos que dejaste en el olvido regresarán.
Subidas y bajadas de peso. “Las píldoras anticonceptivas contienen la hormona estrógeno, que puede causar retención de líquidos y aumento de peso. Cuando dejas de tomar la píldora, puedes perder algo de peso porque ya no retienes tanta agua”, detalla Shkodzik en el artículo de flo.health.
Lo recomendable es que inicies una rutina de ejercicios.
Estos efectos podrían ocurrirte, o no. Cada cuerpo es diferente y reacciona de diversas maneras. Lo idóneo es que primero consultes al ginecólogo y sigas sus recomendaciones.