¿Puedo lavar esta camisa junto a otra ropa? ¿Se podrá planchar la chaqueta de cuero? ¿El ciclo de la lavadora será el indicado? ¿Puedo secar al sol esta prenda? Estas y otras interrogantes surgen cuando ha llegado el día de lavandería, eso si eres de las personas que pone atención al cuidado de la indumentaria, pero quien no lo hace termina con un par de prendas encogidas o dañadas.
Cada ropa tiene indicaciones precisas en su cuidado, debido a sus telas, tejidos, accesorios o colores, pero la falta de comprensión ante las viñetas de instrucciones hace que termines echando todo junto a la lavadora y… ¡grave error!
Y es que esas figuras geométricas, dibujos, letra y demás pictogramas solo hacen más complicado ese fastidioso proceso, y si vienen acompañado de instrucciones en otro idioma, ni hablar. Decides poner todo en un cesto y a lavar sin distinción.
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Pero ese sistema de símbolos nació junto a la Asociación Internacional para el Etiquetado de Conservación Textil (Ginetex), en París, en 1963 —ahora con sede en Suiza—, con un máximo objetivo: “ofrecer a los consumidores y a las empresas textiles la información correcta para el tratamiento de los productos textiles. Los procesos indicados por los símbolos tienen como fin evitar cualquier daño irreversible al producto”.
Así que, sin tantas vueltas, estos pequeños jeroglíficos solo pretenden cuidar tu ropa y, por supuesto, tu bolsillo; sobre todo en estos tiempos donde las prioridades son otras.
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Te compartimos una guía práctica de estos importantes símbolos: