Probablemente, has escuchado que debes tomar, al menos, un litro de agua al día. ¿Lo haces? La recomendación es porque nuestro organismo necesita estar hidratado para funcionar bien. Según los expertos de Science for a Changing World, nuestro cuerpo está compuesto en un 60% de agua; el cerebro por un 70%, la sangre por un 80%; y los pulmones por un 90%. En resumen, las células de nuestros órganos requieren agua.
Por lo general, siempre encontramos excusas para no ingerirla en la manera que deberíamos. Sin embargo, hay que cambiar esa práctica, porque además de afectar físicamente también se nota en tu apariencia. A continuación te contamos cómo puedes detectar que no te estás hidratando lo suficiente. La Dra. Aleida Marroquín sugiere que, con estos calores, se le apueste a dos o tres litros.
Sequedad en la boca
Es uno de los signos más claros. Incluso, se siente en la lengua y hasta se puede agrietar.
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Sed
La sequedad en la boca obviamente lleva a tener sed. En vez de beber refrescos azucarados o gaseosas, toma agua. Eso es lo que tu cuerpo te está pidiendo.
Disminución de la orina
Puede que no solo vayas menos al baño, también que orines menos o te cueste. Debes tener cuidado porque puedes desarrollar una infección urinaria.
Fatiga muscular
Como ya se señaló antes, la mayoría de nuestro organismo está compuesta de agua. Al no recibir lo suficiente, se resiente y puede traducirse en músculos rígidos y cansados.
Piel seca
Puede que, de repente, notes que tu piel tiene manchas blancas o luce agrietada. Aunque puede ser signo de una enfermedad particular, generalmente se da por la falta de hidratación.
Irritabilidad
El cerebro también puede verse afectado al no contar con el agua que necesita. No solo puede volverte irritable sino también dificultar la capacidad de concentración y aprendizaje.
Malestar físico
Según los expertos, puede experimentarse disminución en la presión arterial, así como dolores de cabeza y mareos.