Temidos daños en corazón y cerebro, el COVID-19 extiende el listado de sus secuelas

Se desconoce el tiempo que duran las afectaciones en los pacientes o si se volverán padecimientos crónicos

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COVID-19. Foto EDH / Archivo

Por Agencias - Enrique Carranza

2020-08-09 2:17:26

La lista de secuelas o enfermedades post padecer COVID-19 se extiende y varía conforme pasan las semanas o meses desde que se conoció el brote del virus en Wuhan, China.

De acuerdo a reportes registrados alrededor del mundo, la fatiga, latidos cardíacos acelerados, falta de aliento, dolor en las articulaciones, pensamiento confuso, pérdida persistente del sentido del olfato y daños en el corazón, los pulmones, los riñones y el cerebro, serían solo algunas de las secuelas reportadas en todo el mundo, recoge infobae.com.

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Además, se dice que los padecimientos no estarían relacionados con que la persona haya presentado un cuadro grave de la enfermedad.

El impacto mortal, solo en Latinoamérica los decesos por COVID-19 sumaron 213.120 en las últimas 24 horas, la cifra superó los 212.660 muertos registrados en Europa, según un conteo de AFP basado en datos oficiales.

¿Qué causa las secuelas del COVID-19?

El médico neurólogo Conrado Estol explicó, siempre a Infobae.com, que “El virus SARS-CoV-2 causante de COVID-19 entra a las células y que infecta a través de la unión con un receptor específico llamado ‘enzima convertidora de la angiotensina’ (ACE2 del inglés) que normalmente tiene una función relacionada con el sistema cardiovascular, la regulación de la presión arterial y la modulación del sistema inflamatorio celular”.

Estol ahondó: “El ACE2 regula los efectos de una hormona llamada angiotensina II, que aumenta la presión arterial e inflamación causando daño en los tejidos. Cuando el virus que causa COVID-19 se une al ACE2, impide que este regule los efectos negativos de la angiotensina II y esto lleva al daño celular”.

El problema -según Estol- “es que casi todos los órganos y todo el sistema circulatorio del cuerpo tiene receptores ACE2 lo que explica que el virus cause lesiones en diferentes órganos y en el sistema circulatorio”.

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Desconcierto por la fátiga

El síntoma más persistente y más desconcertante tras padecer COVID-19 parece ser la fatiga, los investigadores advierten sobre llamarlo síndrome de fatiga crónica, ya que “ese es un diagnóstico específico”. “Es posible que tengan fibrosis en los pulmones, y eso los hará sentir fatigados; podrían tener una función cardíaca deteriorada, y eso hará sentir fatigado”. Intentar rastrear los síntomas hasta su origen es fundamental para comprenderlos y finalmente manejarlos, coinciden.

Qué pasa en el corazón

El médico cardiólogo Jorge Tartaglione  explicó: “Las afecciones cardíacas que puede generar el COVID-19 pueden manifestarse como un impacto del virus en el corazón generando una inflamación del músculo cardíaco, lo que determina una miocarditis, que se ha visto con otros virus también y que genera una dilatación del corazón que lo hace insuficiente y que algunos pacientes tienen la restitución total y otros necesitan un tratamiento o algunos llegan a tener después de una miocarditis un trasplante”.

Tartaglione, presidente de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), amplió que “también lo que se vio es que produce daño cardíaco a través de un marcador que se determina -que se llama la troponina- que está aumentado entre un 20 y un 30% y esto lo que significa es que el corazón se daña”. “Esa troponina indica que el corazón tiene algún daño en alguna célula y es el mismo marcador que se utiliza para ver el diagnóstico y la evolución del infarto agudo de miocardio”, agregó.

“Algunos pacientes pueden quedar con secuelas, como arritmias, esas mismas que tienen durante la internación por COVID-19 relacionadas a una enfermedad pulmonar y también puede permanecer en el tiempo”, puntualizó Tartaglione.

El SARS-CoV-2 en el cerebro

Sobre cuál es la causa de lo que ocurre a nivel neurológico como consecuencia de la infección por SARS-CoV-2, Estol explicó que “los mecanismos pueden ser varios y no necesariamente el compromiso neuronal directo por el virus”. “Por ejemplo, en el caso de la anosmia (pérdida del olfato) se mostró que son las células que rodean a las neuronas del olfato las que son dañadas por el virus -puntualizó-. Otro mecanismo ocurre cuando el virus activa la tormenta de citoquinas y es el propio sistema inmunológico de la persona afectada el que ataca al cerebro causando encefalitis y otras lesiones”.

¿Y la“niebla cerebral”?

Cuando el cerebro es afectado por una inflamación, como ocurre en las encefalitis, o por una descarga eléctrica generalizada -como sucede en una convulsión-, la persona puede sentir que no tiene “claridad” de pensamiento (de ahí el nombre de “niebla cerebral”). Este fenómeno puede desaparecer en pocas horas cuando es por una convulsión pero puede durar días o semanas cuando es el resultado de una inflamación difusa como la que causa en algunos casos el COVID-19.