Un centenar de representantes de la iglesia católica se hicieron presentes en la catedral del municipio de Zacatecoluca, La Paz, la mañana del sábado. Los religiosos llegaron para al padre Ricardo Cortez, cuyo cuerpo fue encontrado el viernes 7 de agosto en el kilómetro 80 de la Carretera Litoral.
Monseñor José Luis Escobar exigió justicia para Cortez y se mostró preocupado por la situación por la que están pasando los sacerdotes a nivel nacional.
“Estamos sumamente consternados y es una expresión de la violencia del país y de la impunidad, pues no se han esclarecido los asesinatos anteriores (de otros padres)”, dijo Monseñor Escobar.
Cortez es el tercer sacerdote que muere asesinado en menos de tres años. El primero fue Walter Vasquez, quien fue asesinado en 2018 en Lolotique, San Miguel y el segundo fue el padre Cecilio Pérez, que murió en la Semana Santa del 2019.
El segundo padre de José
Cuando finalizó la misa, José Iraheta estaba apoyado sobre el féretro donde estaba el cuerpo del Padre Cortez. Con su güira en mano el joven comenzó a llorar.
Su madre, Telma de Iraheta comentó que a pesar que su hijo tiene síndrome de down, el padre Ricardo Cortez siempre lo alentó a integrarse en las actividades de la iglesia.
“El padre Ricardo era su guía y era como un segundo papá. Él toca en el grupo musical de Misioneros de Jesús y el padre cuando lo veía a él lo metía para que tocara”
Llevan restos a cantón de origen
Una gran pancarta y cánticos dieron la bienvenida a los restos del padre Ricardo Cortez en el cantón Concepción Los Planes, del Municipio de San Francisco Chinameca.
El aprecio que los habitantes del lugar sentían hacia el sacerdote se notaba con los gestos de solidaridad a la familia de él, pues al menos unas 100 personas se reunieron para despedirlo.
Cortez fue el cuarto de cinco hermanos, al cual lo recuerdan como una persona feliz y juguetona. Su hermano mayor, Edwin Cortez contó con voz serena cómo, desde una temprana edad, su hermano sintió el llamado para convertirse en sacerdote.
“Mi abuela le inculcó los valores de la fe católica. Eso lo motivó y desde temprana edad él sintió esa vocación”, cuenta Edwin.
El hermano del sacerdote aún recuerda con claridad la llamada que avisó la muerte de su hermano, sin embargo, él y su familia creyeron en un principio que había muerto por diabetes, una enfermedad que llevaba años padeciendo.
“Él era diabético e incluso ya no podía vivir sin la insulina y nosotros pensamos que había muerto por la enfermedad, sin embargo luego nos avisaron que fue asesinado. Fue duro”, explicó el familiar.
Por otra parte el padre Cortez se caracterizó por estar dispuesto a ayudar a su comunidad cuando lo necesitaba. Según Carlos Bolaños, encargado de la ermita del cantón Concepción Los Planes, el padre donó para la construcción del campanario de esta, así como utensilios e indumentaria para los actos litúrgicos.
Los restos de Cortez serán enterrados en San Francisco Chinameca, su pueblo de origen, este domingo 9 de agosto, a las 10 de mañana.