La carrera a escala mundial de firmas farmacéuticas por encontrar la vacuna contra COVID-19 cada vez es más esperanzadora; pues diferentes desarrollos científicos están ya en diversas etapas de prueba, en Gran Bretaña, China, Estados Unidos y otros países.
De acuerdo con reportes de medios internacionales, la jefe científica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Soumya Swaminathan, expresó optimismo en que habrá una vacuna para el coronavirus a finales de este 2020 o a principios del 2021
Pero, una vez que se obtenga una vacuna segura, que proteja del virus y no tenga efectos secundarios adversos, surgen las dudas sobre cómo se va a distribuir para 7 mil 500 millones de personas en todo el mundo, cuándo llegaría al país y quiénes serían los primeros en recibirla.
En este sentido, la OMS informó que ya están creando directrices para la distribución ética de las vacunas; mientras que, los investigadores continúan trabajando en más de 200 posibles vacunas en el mundo, diez de las cuales están ya en proceso clínico de prueba entre humanos.
La distribución
La prioridad serán los que están en primera línea de riesgo, como médicos y policías, así como los más vulnerables a la enfermedad, que son ancianos y diabéticos, a los que se añaden las personas expuestas en zonas de alta transmisión como barrios marginales.
“Los primeros cientos de millones de dosis de vacunas contra el COVID-19 podrían estar disponibles hacia finales de año para ser aplicados a las personas más vulnerables y luego vacunar de manera progresiva a más gente. Se está trabajando en esa perspectiva, con miras a lograr 2 mil millones de dosis para el fin de 2021”, detalló Swaminathan.
Sin embargo, a finales de mayo, los jefes de la industria farmacéutica subrayaron que el desafío es enorme, pues el mundo requeriría dos dosis de vacuna por persona, o sea 15 mil millones de vacunas, según cálculos de aquel momento.
Situación en El Salvador
Por su parte, los infectólogos Jorge Panameño e Iván Solano, coincidieron en que cuando esté lista la vacuna los países con mayor capacidad económica serán los primeros en adquirirla y que llegue a El Salvador demorará mucho más tiempo.
“Hay que tener en cuenta que el que haya una vacuna disponible en el mundo en desarrollo no significa que va a estar aquí inmediatamente porque hay que registrarla y hay que ver si los precios son accesibles. No debemos perder de vista que aunque estas situaciones se están ya concretando antes de que ellas llegue a nuestra realidad lo más importante va a ser las medidas de prevención que ya conocemos”, puntualizó Panameño.
A la vez, el doctor aclaró que serán las agencias de regulación y no las casas comerciales las que deberán determinar si los proyectos de vacunas son apropiados para uso humano.
No obstante, el infectólogo Solano consideró que no es viable que antes de finalizar el 2020 se pueda tener una vacuna para combatir la enfermedad.
“En lo personal, yo sí no soy muy creyente que vamos a tener una vacuna antes de final de año a nivel mundial, yo creo que esta es una lucha todavía. Luego, que pueda estar disponible en el mercado salvadoreño va a ser mucho más largo el tiempo, por lo tanto no podemos confiar de que la vacuna va a ser la solución para erradicar o controlar la pandemia de la COVID-19 en nuestro país”, señaló el experto.
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