Población aprueba que no se realice el carnaval de San Miguel

La población espera que la comuna haga buen uso del dinero recaudado en concepto de tasa municipal del 5% por fiestas novembrinas.

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San Miguel posee emblemáticos e históricos edificios con más de 100 años. Alcaldia migueleña y la Catedral FOTO EDH/ Carlos Segovia

Por Iliana Ávila

2020-08-07 4:44:39

Los migueleños aprueban la decisión del alcalde de San Miguel, Miguel Pereira de suspender el carnaval, que se celebra el último sábado del mes de noviembre como cierre de las fiestas en honor a la Reina de La Paz, así como el resto de actividades turísticas que se llevan a cabo a lo largo del mes.

“Para mi es una decisión muy acertada, no estamos en época de pensar en fiestas porque no sabemos en noviembre como estarán los casos (de COVID), aun cuando se hubieran normalizado los casos no estoy de acuerdo, es lo más sensato que ha hecho el alcalde” comentó José Flores, ciudadano.

En noviembre la ciudad de San Miguel podría llegar a recibir cerca de medio millón de personas, en especial durante el carnaval, que se aglutinan a lo largo de la avenida Roosevelt Sur y calles principales del centro de la ciudad animados por unos 50 grupos musicales, a esto se suman 30 carnavalitos previos al gran carnaval que se realizan en barrios, colonias y cantones durante todo el mes.

Esto significa un fuerte potencial turístico que beneficia los negocios locales como hoteles, restaurantes, bares, misceláneas, mercados, y potencialmente el turismo médico que como efecto cascada beneficia a los municipios cercanos.

Con el cierre de las fronteras la industria hotelera ha sido fuertemente golpeada, Ignacio Corda, administra un hotel que se ubica sobre la avenida Roosevelt, considera que para este año la pérdida, respecto al año pasado, puede llegar a ser de no menos del 90%.

“En noviembre la actividad hotelera es en torno a las fiestas de la temporada de carnaval y los dos días de alojamiento por la fiesta religiosa en honor a la Reina de la Paz” sin embargo asegura que “como hotelero, desde el punto de vista humanitario, nos parece muy acertada la decisión de suspender el carnaval 2020 porque debemos ser solidarios con las personas que han perdido a sus seres queridos” agregó.

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“Nos parece muy acertada la decisión de suspender el carnaval 2020 porque debemos ser solidarios con las personas que han perdido a sus seres queridos. Desde el punto de vista empresarial lamentamos no tener ese importante ingreso, lo que nos motiva a buscar innovadoras ideas que para compensar esa venta que no se efectuará”

Ignacio Cordova, Frase.

Durante tres años José Rodríguez, propietario de un comedor ofrece sus platillos la noche del carnaval esto aumenta sus ventas de forma considerable en una sola noche, “nos deja ganancias a nosotros y a nuestros proveedores pero con esta pandemia creemos que lo más correcto es no realizar el carnaval, ya que el afluente de personas es grande y sería un foco de infección para el municipio y para el país ya que mucha gente se desplaza de todos los departamentos para esas actividades” comentó.

El presupuesto de las fiestas novembrinas del 2019 rondo los $800,000, de estos $550,000 provenientes del pago del 5% de tasa municipal destinado a las fiestas, y el resto del aporte de la empresa privada; para la próxima semana se espera que el alcalde Miguel Pereira informe en que será invertido el dinero recolectado para las fiestas.

Ignacio Cordoba estima que la comuna podría asignar la “devolución de lo recaudado aplicándolo a la cuenta de los contribuyentes en los próximos 12 meses” otra opción sería “suspender por 12 meses, desde este momento el cobro de esta tasa del 5% y reanudarlo el próximo año, entendiendo que lo recaudado debe de estar en una cuenta de ahorro y en los documentos que amparen los anticipos pagados a las orquestas y proveedores de esta fiesta” señaló.

Mientras tanto, otros ciudadanos piensan que la comuna debe invertir lo recaudado en paquetes alimenticios destinados a personas directamente afectadas con la cancelación de las fiestas, como comerciantes, payasos o artistas, así como la entrega de mascarillas y alcohol gel.