La Fiscalía acusa a los policías de cometer un “crimen de odio” en contra de Camila Díaz Córdova, una mujer trans,. Foto Cortesía
Parte de las pruebas que sirvieron para imputar a los agentes, fue el recorrido hecho por la patrulla, el cual fue registrado por el dispositivo GPS de la misma. Según el análisis hecho por un perito que declaró como testigo en la vista pública, de ese análisis surgieron los siguientes hallazgos.
El análisis del recorrido determinó que fueron los agentes que dejaron a Camila en el lugar que fue encontrada, sobre el kilómetro cinco y medio de la prolongación del bulevar Constitución, con dirección hacia el redondel Integración. En ese lugar, el registro muestra que los agentes redujeron la velocidad de la patrulla. Según la tesis fiscal, los policías pudieron haber propinado golpes a la víctima durante el recorrido y arrojado con violencia cuando llegaron al lugar.
Otra de las pruebas aportadas por la Fiscalía, que sirvió para imputar a los agentes, fue la autopsia realizada a Diaz. Esta determinó que la causa de la muerte fue “trauma cerrado de abdomen” y que el cuerpo de Diaz tenía “traumas contusos que consisten en exfoliaciones, hematomas y heridas saturadas localizadas en cara, abdomen, dorso, pelvis y miembros superiores e inferiores”, según consigna el documento.
Confusión de hechos
Durante el proceso judicial, la defensa intentó desvirtuar la tesis fiscal, asegurando que la muerte de Diaz había sido debido a un accidente de tránsito. Las investigaciones fiscales, demostraron que el hecho al que la defensa hacía referencia se trataba de otro, que había sucedido sobre la misma carretera, pero en el carril contrario, muy cerca de donde fue encontrada Diaz y del cual, existía un proceso judicial en el municipio de Mejicanos.
Tras el hallazgo con vida de Díaz, en la prolongación del bulevar Constitución, la madrugada del 31 de enero de 2019, fue llevada al Hospital Rosales, lugar donde falleció el 3 de febrero a causa de los severos daños que tenía.