Ministerio de Turismo alquiló casa para centro de contención al primo del ministro de Salud

Según una publicación de la revista Gato Encerrado, el alquiler fue por dos meses; sin embargo, los vecinos de la casa dijeron que en ningún momento se dieron cuenta de que la casa funcionara como un centro de contención entre marzo y junio.

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Francisco Alabí, ministro de Salud, ha sido uno de los funcionarios más cuestionados por aparente mal uso de fondos. Foto cortesía @SecPrensaSV

Por Jaime López

2020-07-23 2:37:15

El Ministerio de Turismo (MITUR) alquiló a José Ángel Montoya Quiñónez, primo del ministro de Salud, Francisco Alabí, una casa situada frente al hospital San Rafael en Santa Tecla para ser utilizada como centro de contención del gobierno al principio de la pandemia por COVID-19, revela la revista Gato Encerrado.

El contrato vigente de alquiler por 30 días y por un valor $6,500 se extendió por un mes más, el cual empezó a correr el 24 de marzo, lo que significó un pago total al pariente de Alabí de $13,000, según las órdenes de compra publicadas por el MITUR en su portal de transparencia y que consigna la publicación.

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Gato Encerrado asegura haber corroborado que la casa arrendada no aparece en el registro de centros de contención del Ministerio de Gobernación y Desarrollo Local.

A lo largo de la pandemia, el Gobierno también contrató hoteles para convertirlos en centros de cuarentenas controladas, pero la casa que se le alquiló al primo del ministro no funcionaba como hotel antes de la pandemia, ni funciona actualmente así, pero igual fue tomada en cuenta por el MITUR, dice la publicación.

La revista detalla que, según las órdenes de compra con números de referencia 48-2020 y 138-2020, la casa alquilada al pariente del ministro es grande, pero no lo suficiente como para considerarse un hotel. Tiene siete habitaciones con aire acondicionado, cuatro baños, una cocina y un espacio independiente para el personal médico que atendía a los inquilinos.

Las órdenes también detallan que los contratos fueron pagados con el fondo de emergencia para compras directas a través de la Ley del Fondo de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres (Fopromid).

Un periodista de Gato Encerrado afirmó que intentó en dos ocasiones pedirle declaraciones sobre el tema a la ministra de Turismo, Morena Valdez, pero ella se limitó a decir que esas respuestas podrían obtenerse a través de la oficina de acceso a la información y de su equipo de comunicaciones pero que al final nadie respondió a la solicitud.

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El medio cita que en una entrevista de la radio YSKL, el 15 de abril, la ministra Valdez explicó que el MITUR contrató 73 hoteles divididos en tres tipos: pequeños, medianos y grandes, para albergar a personas con nexos, asintomáticos de COVID-19, sospechosos y retornados, pero no mencionó casas alquiladas, como la del primo del ministro de Salud.

Dueños de tres hoteles contratados como centros de contención explicaron al medio digital que el MITUR estableció los precios de alquiler sin margen de negociación. En el documento titulado: “Habilitación de centros de contención en apoyo al plan de prevención, contención y respuesta del COVID-19”, está explicado que los hoteles contratados debían contar con servicio de alimentación que cubriera los tres tiempos de comida, servicio de lavandería y una tarifa diaria no máxima de $22.60 por persona.

Si esos mismos requisitos fueron aplicados a la casa alquilada por Montoya, dice la revista, la tarifa diaria por cada una de las siete personas que cabían en el lugar fue de $30.93, lo que significa que estaba por encima de lo que Turismo pagó a otros hoteles.

Para encontrarle una respuesta a esa diferencia, Gato Encerrado buscó al director administrativo del MITUR, Marvin López, para preguntarle cuáles fueron los criterios para alquilar por dos meses la casa Montoya por un precio total de $13,000.

Esta revista también consultó sobre quiénes utilizaron la casa, ya que no aparece en el listado de centros de contención de Gobernación. Pero, López se limitó a confirmar que los contratos de alquiler son legítimos y que las firmas no aparecen en el portal de transparencia para proteger la privacidad de los contratistas.

Una fuente, del sistema de salud quien aceptó hablar bajo anonimato y quien estuvo al tanto de la asignación de casas y espacios para el personal de salud, le aseguró al medio que la casa de Montoya tampoco se encontraba en el listado de lugares para el personal médico.

“Me extraña la existencia de esa casa frente al hospital. Porque en el hospital San Rafael, personal de salud tuvo que alquilar una casa de su bolsa, porque ya no había a dónde alojarlos”, comentó la fuente.

Guardan silencio
La casa, ubicada exactamente en la Cuarta Calle Oriente, número 8-31, en Santa Tecla, permanece sola la mayor parte del tiempo, según dijeron vecinos a Gato Encerrado. El día que esta revista dice haber visitado el lugar, había dos microbuses de la ruta 101-D aparcados en frente. Al tocar la puerta, nadie salió a abrir.

Los vecinos también dijeron que en ningún momento se dieron cuenta de que la casa funcionó como un centro de contención entre marzo y junio.

Gato Encerrado también buscó a José Ángel Montoya, el primo del ministro, para que explicara sobre el proceso de contratación, pero no contestó llamadas en las oficinas de Autodo y tampoco contestó mensajes directos.

Esta contratación se suma a una serie de compras cuestionadas por conflictos de interés durante la emergencia por COVID-19. Además de las botas que Alabí compró a sus primos, hay casos como el de la compra por un cuarto de millón de dólares en protectores faciales al presidente del Fondo Ambiental de El Salvador (FONAES), Jorge “Koky” Aguilar, y la compra por $334 mil en mascarillas a una empresa que es vinculada al diputado Gustavo Escalante.

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