Para la directora ejecutiva de la Cámara de la Industria Textil, Confección y Zonas Francas de El Salvador (Camtex), Patricia Figueroa, el principal reto luego de la crisis provocada por el COVID-19 será lograr concretar la atracción de inversión extranjera en dicho sector.
La ejecutiva mencionó ayer que nuevas inversiones provenientes del extranjero no llegan al país desde hace 12 años.
“Tenemos 12 años de que no viene inversión extranjera a nuestro sector. No tiene que ver con la pandemia ni con el actual Gobierno”, recalcó.
Para Figueroa ese el principal reto del país y debe darse a través de un trabajo en conjunto entre la industria y el Gobierno después que pase la crisis.
Según la vocera de Camtex existen iniciativas por parte de Estados Unidos- principal socio comercial de el país en el rubro textil- para que muchas empresas de inversión estadounidense que operan en China, se muevan para el hemisferio occidental y esa es una oportunidad que El Salvador debe aprovechar.
Mauricio Rodríguez, coordinador de Comercio e Inversión de Camtex, destacó que en el país hay materias primas para hacer algodón, sintéticos y sus mezclas.
“Tenemos hilanderas, tejeduría, confeccionistas (maquilas), acabados, accesorios, logística, químicos y todo eso hace que seamos un país que tiene el paquete completo”, dijo.
Esto también da la ventaja de entregar los pedidos de manera más rápida a socios estratégicos como Estados Unidos, agregó.
Figueroa dijo que en este momento mantienen reuniones con compradores y asociaciones relacionadas con la industria en Estados Unidos.
“Veo una oportunidad de hacer lo mejor que se pueda y las empresas están haciendo lo imposible nos solo por continuar abiertos y recobrar la confianza, que están haciendo las empresas socias al participar en los diálogos de la mesa reapertura (económica)”, destacó.
En cuanto al retraso de echar a andar la segunda fase de la reactivación económica que estaba prevista para hoy 21 de julio, Figueroa mencionó que aún no existe una certidumbre del comportamiento actual de la pandemia y el Gobierno tendría sus propias razones para tomar tales decisiones.
Para las empresas de la industria textil el pago de transporte privado representa uno de los mayores costos de operación debido al COVID-19.
Por ejemplo una empresa con 3,000 colaboradores está destinando en promedio $12,000 semanales en pago de transporte privado.
“De no haber las condiciones el sector continuará financiando el transporte porque hay demasiado riesgo para nosotros y queremos mantenernos abiertos. Este sector contribuye entre el 37 a 38% a las exportaciones y generamos más de 70,000 empleos directos”, dijo Figueroa.
Expectativas 2020
Entre enero y junio de este año el país exportó $698.7 millones, el dato representa una reducción del 46.3 % al comparar el mismo periodo de 2019.
“Se ha dado una caída en las exportaciones pero nosotros ahorita sí vemos la posibilidad de un repunte en la parte de los programas que se puedan recuperar hoy que ya estamos abiertos”, destacó Figueroa.
Luego de tres meses produciendo únicamente insumos médicos, muchas de las empresas están iniciando con producción de artículos de temporada de invierno y verano.
“Ya empezó a repuntar el tema de ropa en compra en línea, hay que recordar que un nicho muy favorable para nosotros es que hacemos ropa de deporte y eso ha crecido exponencialmente porque la gente compra menos vestidos para ir al trabajo y está trabajando desde casa”, detalló.