Cuestionadas compras sin licitación al amparo de la emergencia

Ningún periodista o informador independiente ha podido ver “con sus propios ojos” —que son los ojos del público, los ojos de la gente que necesita informarse— lo montado en las instalaciones en la Feria Internacional. En igual forma, no se ha tenido acceso a ninguno de los hospitales que el régimen dice haber mejorado

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En dicha feccha están contempladas ciertas actividades reguladas en centros comerciales y el transporte público con protocolos sanitarios. Foto EDH / Archivo

Por El Diario de Hoy

2020-07-19 9:46:06

Las compras y negociaciones del Ejecutivo al amparo de la emergencia nacional asombran sin pausa, como fue el caso de adquirir medicamentos a un negocio asentado en España dedicado a la venta de repuestos de automóviles, traer cargamentos de granos desde Sinaloa (tierra del Chapo y de los capos), la adquisición de mascarillas vendidas a sobreprecio por una compañía propiedad de cercanos parientes del Ministro de Salud…
Nadie, fuera de los funcionarios muy cercanos a Bukele, sabe si se buscaron ofertantes para comparar precios y condiciones, o se compraron insumos a precios superiores a los que otros oferentes cotizaron, como se informó en su momento.
A esto hay que agregar el caso del préstamo de $109 millones para comprar equipo de videovigilancia, helicópteros y hasta un buque y por el cual, para presionar su discusión y aprobación, una soldadesca con armas largas asaltó la Asamblea Legislativa, el 9 de febrero.
Cuando Bukele fue alcalde de San Salvador firmó un arrendamiento por 25 años a un costo superior al del inmueble, una pesada carga que ha dejado sobre las espaldas de los capitalinos.
Los “dedazos” alarman, pues no terminan, es la norma en todo lo que se adquiere. Y cuando se pide que se rindan cuentas, o se ignora el reclamo o se saca a relucir lo de la pandemia, una crítica situación agravada por las medidas del régimen, medidas inconsultas en el sentido de no haber pedido ayuda a expertos epidemiólogos y médicos para establecerlas, sino a un veterinario venezolano.
Una de las cerezas sobre el pastel de desaguisados fue encargar al ministro de Obras Públicas, exvendedor de motocicletas, construir un hospital en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (Cifco, la Feria Internacional), cuando los hospitales son complejas estructuras que solo profesionales experimentados en esa rama arquitectónica pueden dirigir, pero siempre con asistencia de otros profesionales, incluyendo los que dirigen los hospitales que ya operan en el país.

Ningún periodista independiente ha tenido acceso a lo que llaman Hospital El Salvador

De hecho se ha denunciado que el hospital, bautizado como “El Salvador”, no tiene ni lavanderías especiales ni instalaciones para tratar desechos hospitalarios, los que, según las quejas, se descargan sobre las tuberías de aguas servidas, poniendo en gravísimo riesgo a la población.
Poner a un titular de Obras Públicas al frente de la construcción de un hospital es tan sin sentido como encargar a un ministro de Educación la adquisición de estructuras de acero para puentes.
Ningún periodista o informador independiente ha podido ver “con sus propios ojos” —que son los ojos del público, los ojos de la gente que necesita informarse— lo montado en las instalaciones en la Feria Internacional. En igual forma, no se ha tenido acceso a ninguno de los hospitales que el régimen dice haber mejorado y equipado, aunque se difundió con toda pompa un video sobre dichas instalaciones…
Caer encima sobre bienes públicos y llevarse parte de los mismos “a casa” es lo acostumbrado en el año del presente régimen, como fue con los 25 millones de dólares que sacó del Seguro Social, una institución que no es del gobierno sino de los cotizantes, de los trabajadores que mes a mes junto con sus empleadores, han formado el patrimonio.
¿Qué pasó con esos $25 millones? Que el público esté pendiente de más cuentos de camino real…