Tras escuchar durante dos días a epidemiólogos, infectólogos, abogados y economistas y académicos, los diputados de la Comisión Política acordaron el martes recoger los insumos que les dieron y diseñar una propuesta para implementar “cuarentenas controladas focalizadas”.
A ese punto en común llegaron los profesionales que acudieron al llamado de la Asamblea para analizar la propuesta del Gobierno de aprobar una ley que suspende tres derechos fundamentales a nivel nacional: libertad de circulación, reunión y libre elección de domicilio.
Según el jefe de fracción de ARENA, Carlos Reyes y el presidente de la Asamblea Mario Ponce, del PCN, el común denominador de las rondas de consulta los lleva a eso: a determinar cordones sanitarios específicos de acuerdo al número de contagios y muertes por zonas y municipios a consecuencia del COVID-19 y no a una cuarentena obligatoria rígida a nivel nacional como lo exige el presidente Nayib Bukele.
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Los diputados lamentaron que ningún funcionario del Gobierno se hizo presente el lunes y martes a la mesa de discusión que la Asamblea llevó a cabo para ver la viabilidad de un nuevo régimen de excepción como lo plantea el Ejecutivo.
German Rivas, Centro de Estudios Jurídicos
Otro de los invitados al foro fue Óscar Picardo, director del Instituto de Ciencia de la Universidad Francisco Gavidia, quien señaló que desde el pasado 16 de junio, cuando inició la primera fase de la apertura económica, ha habido una aceleración atípica de contagios de COVID-19.
El especialista recordó que la institución había advertido que realizar una apertura económica sin tener un criterio epidemiológico “era un suicidio”. Agregó que hay una inconsistencia en los datos que presenta el Gobierno sobre cifra de muertes y contagios.
Picardo reveló que el lunes publicó una base datos del Ministerio de Salud que registra cerca de 800 decesos: más de 400 fueron por COVID-19 y más de 300 por sospecha del virus. Estos datos, afirmó, contrastan con las 160 muertes reportadas por las autoridades.
Su propuesta es que el Ministerio de Salud haga cercos epidemiológicos o cuarentenas focalizadas y busque nexos epidemiológicos. También debe haber “fuertes” campañas por todos los medios de comunicación para educar a la ciudadanía sobre el tema de los riesgos y necesidad de uso de mascarilla y lavado de manos.
Silvia Cuéllar, Corporación de Exportadores de El Salvador
La decana de la Facultad de Derecho de la Universidad de El Salvador (UES), Evelyn Farfán, planteó a los parlamentarios que el régimen de régimen de excepción del Ejecutivo carece de justificación científica que determine que solo la cuarentena es la medida idónea para bajar la curva de contagios de COVID-19.
Roger Arias, rector de la UES, aseguró que, desde que inició la emergencia sanitaria, profesionales de diferentes áreas de ese centro de estudios se pusieron a disposición del Gobierno pero no fueron escuchados.
Mientras que el rector de la Universidad Centroamericana (UCA), Andreu Oliva, manifestó que no avalan el decreto enviado por el Gobierno al Legislativo, pues tiene los mismos vicios de inconstitucionalidad de los decretos anteriores que fueron objetados la Sala de lo Constitucional. Agregó además que no se ha justificado científicamente “un encierro producto de un régimen de excepción”.
Para Oliva, las medidas adoptadas durante 90 días de confinamiento como la reclusión en centros de contención y el cierre de la economía han resultado ineficientes en el país.