Este lunes falleció el neurocirujano pediatra, Manuel Guandique Mejía, a quien describen como maestro y guía de muchos médicos.
Destaca su altruismo, dedicación y esmero por sus pacientes en el Hospital de Niños Benjamín Bloom, en donde fungió como Jefe del Servicio de Neurocirugía por más de 25 años.
El Colegio Médico lamentó el deceso del neurocirujano, socio jubilado de la institución, a quien llamó “maestro de muchas generaciones de médicos”.
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“El doctor deja un legado en la neurocirugía infantil de nuestro país” ha dicho el presidente del Colegio Médico, Milton Brizuela.
El doctor Guandique fue formador neurocirujanos, quienes actualmente están en su ejercicio profesional y que fueron formados por él, con altos estándares académicos.
Hasta hace poco, el neurocirujano pediatra era el único centroamericano miembro del BOARD de Neurocirujanos en USA (Asociación Americana de Cirujanos Neurológicos).
Guandique Mejía institucionalizó la Neurocirugía Pediátrica en El Salvador y todos los pacientes en edad pediátrica, por muchas generaciones, se vieron beneficiados con los avances, tecnología, profesionalismo y academicismo que le caracterizaba, han expresado sobre el legado del profesional.
“Entablar una conversación con Don Meme (como cariñosamente le decíamos), era siempre transportarse ineludiblemente por las autopistas de lo cultural, lo histórico, lo filosófico y lo autóctono, pues fue un hombre de pueblo, de fincas de café, de caballo y haciendas en mi natal Chinameca, desde ahí se cruzaron nuestros lazos de consanguinidad”, escribió en redes sociales el neurocirujano César Oscar Yánes Guandique .
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Luego añadió: “En Marzo del 2018, tuve el honor de realizarle una entrevista por el Proyecto “Historia de la Neurocirugía Moderna en El Salvador”, en dónde disfrute de una manera tan singular, de cada palabra, cada anécdota, cada caso clínico, las angustias en quirófano con pacientes neurológicos críticos, las lágrimas por los pacientes perdidos y el júbilo por los recuperados. Fue un Maestro como pocos y un tremendo Caballero”.
También a través de redes sociales, Rolando Espinoza Hernández escribió: “Soy un pediatra que conoció al doctor Guandique en el Hospital Bloom hace unos 29 años y sabía de su calidad académica, su personalidad amigable y sabía de su altruismo ( siempre más allá del deber con sus pacientes). Un día para fiestas de fin de año, por esos días, le conocí por su compasión, amor, y dolor al llorar junto a los padres de un pacientito que falleció como consecuencia de un trauma craneano, a quien su gran experticia no fue lo suficiente para salvarlo. ‘Vir bonus medendi peritus’ (Hombre bueno perito en el arte de curar) es la definición de médico”.