Después de un turno de 24 horas en Hospital General del Seguro Social, Roxana llegó a su casa agotada y apesadumbrada debido al aumento de pacientes buscando atención médica para salvar su vida.
Tanto enfermeras como médicos han tenido que improvisar para atender a los pacientes que en la última semana llevaron al tope la capacidad de este hospital que no ha sido declarado oficialmente para atender coronavirus, y por ende, el personal no cuenta con el equipo de bioseguridad apropiado para evitar de contagios.
“El personal médico ha improvisado su propio equipo de protección para poder atender a los pacientes positivos, y todo el personal se encuentra agotado, incluso en el turno de ayer faltó personal”, comentó la joven enfermera.
Los espacios del recinto hospitalario también se han tenido que ir adecuado, según la necesidad lo amerita, y a pesar de eso, ya no hay espacios libres.
Este domingo, en el área de máxima respiratoria había más de 11 pacientes, cuando solo tiene capacidad para ocho, mientras que algunos casos de máxima urgencia las tuvieron que atender en el pasillo, pues ya no habían camillas.
“No hay camillas para acostar a los pacientes, ni espacio, ni manómetros (instrumento de medición para la presión de fluidos contenidos en recipientes cerrados) para colocar oxígeno. Una paciente tuvo que comprarse uno para poder tener su oxígeno”, expresó.
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