Opinión: “Señor Víctor Rafael García, muchas gracias, y va a disculpar”

Que el Víctor Rafael García tenga inundado de mensajes de reclamo y otros no tan positivos en su cuenta de Twitter, es en parte, el reflejo de nuestra sociedad. Hemos normalizado y hasta en ocasiones despreciado, el buen trabajo y hasta el extraordinario (y no solo en el fútbol). Siempre queremos más y más, nunca estamos satisfechos.

Tenemos la insana costumbre de idealizar y construir los techos ajenos. “Si hace esto sí me va a convencer”, “Si hace esto será mi héroe”, “Si se retira aquí será mi ídolo”, “Si hace esto no lo olvidaré nunca”. Vivimos en una enferma atmósfera donde vamos imponiendo qué debe ser lo máximo o lo mejor que hará alguien para que lo considere.

Hemos perdido mucho la capacidad de agradecer, siempre exigimos, no queremos ¡exigimos más! Tal vez la vana nacionalización de Víctor Rafael García, tenga a otros molestos, pero lo cierto, es que la coyuntura, entre otras atenuantes, pueden modificarte la hoja de ruta, obligarte a tomar decisiones, sean las que sean. Hay que comprender.

No quiero excusar a García por la pandemia, ese es solo un ejemplo, él tiene sus razones que en su momento explicará. Pero no lo presionen, bajen un cambio al fanatismo, esa venda que tan fácil nos podemos poner.

Me tomo apenas unas cuantas líneas para agradecer el profesionalismo de Víctor Rafael García. Siempre mesurado, prudente y amable fueras de las canchas. Se manejó muy bien, eso habla del compromiso que tiene con su profesión.

El portero uruguayo llegó a establecer una marca bárbara, logró sumar 624 minutos sin recibir gol en 2019. Fueron 6.93 partidos los que logró hilar sin recoger el balón dentro de su arco. Solo Benji logró tiempo después batir ese récord. Eso, por cuantificar un poco sus menesteres, porque si contáramos las atajadas y los manos a manos ganados, seguro sacamos otras cifras muy notables.

Al ojo del aficionado al buen fútbol, ese que tanto cuesta ver acá, el trabajo de García siempre nos llenó la retina. El compromiso que mostró con Alianza dentro de la cancha fue tremendo. Una barbaridad de portero, que espero, haya dejado “escuela” en las inferiores del equipo albo. No hace falta ser hincha del equipo para ponderarlo, no se equivoque.

Y como dicen en el sur, “soltá”. Hay que aprender a soltar, aficionados de Alianza, un sano consejo para quienes aún están molestos con García. La vida es así, hay que soltar cosas, recuerdos, gente, y dejar partir. No es nada nuevo, pero a veces eso se olvida, cuestión de sentido común.

Hay que admitir que la Primera División de Fútbol de El Salvador es solo una parada más para los extranjeros más top. La calidad será siempre mejor valorada fuera de aquí, salvo en Belice o Nicaragua, tocando cerca. No son muchos los nombres que se me vienen a mente, pero casos como el de Víctor hay otros más: Roberto Carlos Peña en FAS, Toninho Do Santos en Firpo o Abdul Conteh en Marte. García no es el primero, y tampoco será el último.

También hay otros de sobrada calidad como Paolo Suárez que decidieron quedarse mucho, pero eso, es arena de otro costal.

Por último, solo recordar que todo futbolista desea, aspira, siempre crecer. Víctor con 30 años tiene como arquero aún mucho qué ofrecer. Reconozco en ocasiones haber hablado mal de quienes se marchan de algunos clubes preferidos que tengo en el exterior, pero hay que madurar como hincha.

Con el tiempo uno debe aprender a metabolizar, que, por las condiciones de nuestro fútbol, es normal que el mejor recurso humano se marche tarde o temprano de nuestro Pulgarcito. Claro, lo que duele, y lo que no es normal, es que esa clase de talento venga frecuentemente a nuestro país. Éxitos “Rafa”, y disculpas.