El Colegio Médico de El Salvador aseguró que el país se encuentra listo para comenzar a relajar el confinamiento en el que ha permanecido por cerca de tres meses producto de la pandemia, lo que implicaría que existen las condiciones “relativas” para abrir la economía.
El pronunciamiento de la gremial va en consonancia con la aprobación que la Asamblea Legislativa hizo el viernes, en horas de la madrugada, de la Ley Especial de Emergencia por la Pandemia COVID-19, Atención Integral de la Vida, la Salud y Reapertura de la Economía.
“Hay relativa seguridad para comenzar un relajamiento progresivo del sistema de confinamiento en el cual hemos estado en los últimos meses”, expresó el infectólogo y miembro de la gremial de médicos, Jorge Panameño.
De acuerdo al salubrista José Adán Montes, desde días atrás la población ya se encuentra en la calle ejerciendo sus labores y muchos desplazándose con el comercio informal, por lo que es importante y urgente que se les esté recordando las medidas de seguridad para evitar nuevos casos de infección.
“Es responsabilidad de nosotros como ciudadanos, pero también el Estado debe de hacer una educación en salud y supervisar que esas medidas se cumplan. Tenemos que darle la información de cómo ellos se puedan proteger y que exista alguien que los esté supervisando para que estas medidas se cumplan”, expresó el especialista.
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De acuerdo con los representantes de la gremial, la mayor parte de la población ha cumplido con su responsabilidad quedándose en casa cumpliendo la prolongada cuarentena que impuso el Gobierno desde que se identificó el primer casos de COVID-19 en el país.
Con el relajamiento progresivo del confinamiento y cada vez más personas incorporándose a sus labores, será responsabilidad del Gobierno a través del Ministerio de Salud, identificar los casos positivos, los contactos epidemiológicos y aislarlos, para que no sigan propagando la enfermedad.
Las personas que se podrán incorporar a sus trabajo a partir del 16 de marzo, tal como lo establece el decreto que ayer aprobó el Legislativo, incluye alimentos y bebidas, cadenas de abastecimiento, servicios empresariales, construcción, textil y confección, entre otros.