Francisco “Kiko” Narváez pasó de ser un joven que trabajaba para ver los juegos del Cádiz con Mágico González a ser su compañero en el equipo amarillo, aunque no convivieron tanto tiempo recordó sus vivencias en primera persona con el salvadoreño.
Narváez además del Cádiz, militó en el Atlético de Madrid, donde ganó el histórico doblete (Liga y Copa) de la temporada 1995-1996
“Al campo ibas con la ilusión de ver algo diferente, a ver qué hace hoy el Mago. Había un momento que el Carranza se callaba y de repente empezaba ¡ahora, ahora, ahora!”, contó Narváez al diario español El País.
Según su relato, a Narváez le cautivó la culebrita macheteada, su famosa jugada que maravillaba a la grada y era dolor de cabeza para los rivales. “Ese gesto con el exterior hacia adentro y luego el empeine exterior hacia fuera levantando la pelota… Era un genio, lo que muchos soñaban él lo hacía con los ojos abiertos. Era un jugador más para disfrutar que para imitar porque la integridad física podía correr peligro. Hacía cambios de orientación de 40 o 50 metros de rabona”, dijo.