Entre las situaciones incómodas a las que podemos enfrentarnos los seres humanos está el hecho de interactuar con personas que, a pesar de una impecable apariencia y buenas maneras, resultan desagradables una vez que abren la boca y expelen su mal aliento.
Y es que sin duda, un hálito neutro es parte de una buena impresión, y por lo mismo hay quienes se preocupan y cuidan ese aspecto. Para otros quizá no es tan importante o están tan acostumbrados al terrible olor que ni siquiera lo notan.
Si tienes dudas, el portal healthline.com sugiere que le pidas a alguien de tu confianza una opinión sincera, en algún momento a la mitad del día, pero no justo después de haber comido cebollas o ajo.
Si confirma tus sospechas, no te preocupes. Hay muchos trucos que pueden ayudarte a eliminarlo, si en ese momento no puedes realizarte una buena higiene dental. Puedes probar con alguno de los siguientes.
Perejil. Este es uno de los remedios populares por excelencia. Su aroma fresco y alto contenido de clorofila sugieren que puede tener un efecto desodorizante. Para comprobar si te funciona solo mastica algunas hojas frescas después de cada comida.

Piña. Según healthline.com, muchas personas creen que el jugo de piña es un tratamiento rápido y efectivo, aunque no hay evidencia científica que respalde esta teoría. Bebe un vaso de jugo de piña orgánico después de cada comida, o mastica una rodaja durante uno o dos minutos. Eso sí, es importante que te enjuagues la boca después para eliminar los azúcares de la fruta.
Come una naranja. El ácido cítrico que contiene estimulará las glándulas salivales y estimulará el flujo de saliva, lo cual ayuda a refrescar el aliento. Si no hay naranjas a la vista, come otra cosa que esté disponible, excepto ajo, cebolla o un queso de olor fuerte. Comer fomenta el flujo de saliva, lo que ayuda a eliminar el material desagradable que causa el mal olor.
Apio. Mastica unas ramas de apio de vez en cuando; este ayuda a refrescar la boca y combatir el mal aliento.
Hierbas. La menta, el eucalipto, el tomillo, la salvia, la hierbabuena o el romero tienen propiedades aromáticas que las hacen idóneas para evitar la halitosis. Puedes hacer infusiones hirviéndolas durante 15 minutos (una cucharada pequeña de cada una en una taza de agua), o mascar hojas.
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Infusiones de té verde. Están indicadas para combatir el mal aliento porque reducen significativamente la concentración de sustancias en descomposición en la cavidad oral y tienen efecto desodorante.
Clavos de olor. Esta especia es de mucha ayuda gracias a su contenido de eugenol, un potente antibacteriano. El portal besthealthmag.ca sugiere simplemente introducir un clavo de olor en tu boca y apretarlo con los dientes. Este soltará un aceite aromático un poco picante que puede arder ligeramente, así que debes mantenerlo en movimiento. Continúa mordiéndolo hasta que la esencia impregne tu boca, luego escúpela. No se recomienda usar aceite de clavo o clavo en polvo, pues son demasiado fuertes y pueden quemar.
Semillas. De hinojo, eneldo, cardamomo o anís. Aquí la claves es morder las semillas. El anís puede matar las bacterias que crecen en la lengua, el resto de especias ayudan a enmascarar el olor de la halitosis.

Canela en rama. Al igual que los clavos, la canela es efectiva como antiséptico. Solo debes masticar un trocito, siempre con cuidado porque también es picante.
Bicarbonato de sodio. Estudios han demostrado que este puede eliminar eficazmente las bacterias en la boca. De hecho, las pastas dentales que contienen altas concentraciones de este ingrediente reducen el mal aliento de forma efectiva. Si quieres probarlo, prepara un enjuague disolviendo dos cucharaditas de bicarbonato en una taza de agua tibia. Agita el líquido en tu boca por 30 segundos y escúpelo.
Vinagre. Contiene un ácido natural llamado ácido acético, y a las bacterias no les gustan los ambientes ácidos; de ahí que un enjuague con vinagre puede reducir el crecimiento de bacterias, sugiere healthline.com. Prepáralo mezclando dos cucharadas de vinagre de sidra blanco o de manzana con una taza de agua. Haz gárgaras durante unos 30 segundos y luego escúpelo.