La magia de Jorge González era tan grande que, 36 años después, los aficionados que lo vieron jugar aún lo recuerdan, y los que no, se deleitan con las posibilidades que ofrece la tecnología para conocer de sus genialidades a través de redes sociales.
En 1984, el Barcelona se fue a Estados Unidos reforzado a jugar la Transatlantic Cup. En medio de todo, aún se disputaba la Copa de Liga, y el equipo se partió cuando ya no tenían opciones en el torneo doméstico.
Así pues, el entrenador principal César Luis Menotti, quien ya había anunciado semanas atrás que no continuaría, se quedó en España para trabajar con un grupo, mientras que su auxiliar Rogelio Poncini, se fue a Estados Unidos con jugadores como Maradona, Amador, Comas, Migueli, Olmo, entre otros. Además, intentaron llevar hasta cuatro refuerzos, pero sólo se sumaron Husillos, delantero del Murcia, y el salvadoreño Jorge “Mágico” González, del Cádiz.
Desde un poco antes, tanto Maradona como Menotti querían llevar al cuscatleco, que antes se negó a ir al París Saint Germain, a las filas del Barcelona, y esta era una prueba para él.
La Premier League ya fijó fecha de retorno a las canchas
Ya en la gira, el primer equipo al que enfrentaron fue al Cosmos de Neeskens, contra el que perdieron en un partido rarísimo. Después de ir ganando con comodidad por 0-2 en el Giants Stadium de New Jersey, el local le dio vuelta y se impuso por 5-3, en un encuentro en el que la lluvia descomunal del segundo tiempo marcó un antes y un después en el terreno, y en el que Maradona erró un penal. El Mágico, por cierto, entró de titular, aunque luego fue sustituido en el complemento.
En el segundo encuentro, llevado a cabo el 3 de junio de ese año contra el Fluminense brasileño, se dio una situación por demás jocosa. Y es que, en un momento en particular, el Mágico le tiró un caño a su propio compañero Maradona. Los narradores en la versión española que circuló después incluso califican la acción como una insolencia, en el buen sentido, debido a la emoción que les produce.