La situación de la pandemia del COVID-19 en Nicaragua fue calificada este jueves de “dramática”, por la ONG Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH), dedicada a defender la libertad de expresión y el acceso a la información pública.
Aunque el Gobierno ha reportado 759 casos confirmados de COVID-19, con 35 muertos desde marzo pasado, los hospitales tienen momentos de saturación, los pedidos públicos de ayuda médica parecen ser más comunes, y los féretros en las calles más frecuentes.
“La realidad es verdaderamente dramática, los médicos y hospitales públicos, como privados, están colapsados. El día miércoles 27 de mayo buscábamos oxígenos en empresas, y estaba agotado”, informó la Fundación Violeta Barrios, en un comunicado emitido en conjunto con el gremio de periodistas.
Ayer mismo se conoció de la muerte de un periodista con síntomas de COVID-19, mientras que al menos seis luchan contra la misma sintomatología, sin que hasta ahora hayan podido acceder a las pruebas PCR, para constatar si sufren por la pandemia, ya que estas son administradas de manera discrecional por el Ministerio de Salud.
La Fundación y el gremio llamó a los periodistas a “resguardar la vida y proteger a sus familias, sus equipos de trabajo, y a evitar el contagio”.
El llamado fue emitido tres días después de que el Gobierno de Nicaragua emitiera su séptimo “Libro Blanco” en 13 años, esta vez referido al manejo de la pandemia, en el que acusa a Estados Unidos, opositores y a los periodistas independientes, de estar detrás de un supuesto “golpe de Estado fallido”.
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El “Libro Blanco”, lejos de mejorar la imagen del Gobierno presidido por Daniel Ortega, avivó las críticas contra su administración.