Aunque en el país aún no hay luz verde para que los niños vuelvan a los centros educativos, el Ministerio de Educación (Mined), gremiales del sector privado, así como especialistas en educación adelantaron que, de cara a que eso ocurra, los centros de estudio tendrán que hacer cambios, que incluyen aplicar protocolos para prevenir contagios de COVID – 19
La ministra de Educación, Carla Hananía de Varela, reiteró ayer que si bien hay un deseo importante de volver a las escuelas, todavía no es el momento, pues todo depende del comportamiento de la pandemia y las instrucciones del Ministerio de Salud. No obstante, Hananía de Varela aseveró que el equipo ministerial ya está preparando un documento con medidas que deberán establecerse en las instituciones de enseñanza.
“No sabemos en qué fecha vamos a regresar, pero (el protocolo) lo estamos trabajando como si fuésemos a regresar en un mes”, citó en una entrevista de televisión.
La funcionaria adelantó que el retorno tendrá que ser escalonado, no podrán llegar la totalidad de alumnos desde el primer día, con el fin de poder guardar el distanciamiento entre los estudiantes.
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“Entonces estamos viendo cuales son los niños que van a regresar primero”, explicó. No descartó que se empiece a trabajar con los alumnos de grados más altos, con los que se puede dialogar un poco más sobre el distanciamiento social que tienen que cumplir, algo que con los niños pequeños es más difícil de lograr.
La ministra dijo que la vuelta a clases requerirá un presupuesto especial, para invertir en dotar a cada uno de los más de 5,000 centros educativos públicos de implementos, como mascarillas, guantes, alcohol y otros elementos que tienen que disponer en la atención de los cerca de 1.2 millones de alumnos.
Javier Hernández, presidente de la Asociación de Colegios Privados (Acpes), el profesor Paz Zetino Gutiérrez, secretario general de Bases Magisteriales, y el especialista educativo, Óscar Picardo Joao no ponen en discusión que los alumnos no retornarán tan pronto a las instituciones dada la tendencia de contagios.
“El retorno a clases va a ser el último y probablemente sea fácilmente en agosto, después de agosto; no creo que (se dé) antes … no es recomendable”, citó Picardo Joao.
Hernández Amaya, el presidente de la Acpes, estima que el aval de las autoridades podría concretarse para junio e incluso semanas después; su colega, el profesor Paz Zetino Gutiérrez, es de la misma opinión.
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Gutiérrez, también subdirector del Complejo Educativo Walter Soundy, de Santa Tecla, dijo que maestros, padres y niños mantienen la inquietud de cuándo podrán volver, dado lo complejo que a unos y otros les ha resultado esta situación, pero a su criterio “el regreso no debe ser abrupto”. Los tres profesionales coinciden en que la vuelta a las escuelas y colegios estará marcada por restricciones para evitar contagios, que incluirán ese distanciamiento físico entre todos los miembros de las comunidades educativas, algo que incluso se ha visto en países desarrollados que fueron previamente golpeados por la enfermedad.
Picardo Joao, quien dirige el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI), de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), sostuvo que es necesario planificar ya lo que se hará, porque la actividad educativa es de aglomeración, de ahí que es difícil con los niños, especialmente los más pequeños, mantener ese distanciamiento en recreos y en el salón.
Cambios en las escuelas
Zetino Gutiérrez sostuvo que al inicio de la emergencia una de las recomendaciones emanadas de las autoridades de Educación es que se mantuviera un metro de distancia entre los alumnos, pero desconoce si incrementará la distancia.
El docente manifestó que hasta la semana pasada el Ministerio de Educación (Mined) les había revelado si están diseñando algún protocolo.
“Necesitamos empezar ya a conocer la estrategia que está diseñando el Ministerio de Educación para el retorno de los alumnos; en principio la estrategia de la sanitización de los centros escolares; los recursos que vamos a utilizar ahí. Me imagino que el Ministerio de Salud tendrá que trabajar conjuntamente con el Ministerio de Educación”, dijo el profesor.
Este educador no ve lejano que a cada escuela le toque redefinir su propio protocolo, de acuerdo a la cantidad de alumnos y los niveles educativos que atienden, pero advierte que necesitarán recursos, entre ellos detergentes, para garantizar que los estudiantes se laven las manos constantemente, así también mascarillas para dar a los niños que lleguen de comunidades pobres.
“El uso de la mascarilla en lo sucesivo va a ser de rigor, no solo para los niños sino para todos, pero hay que sopesar esto”, reflexionó.
Zetino Gutiérrez también advirtió que realmente la cartera de Estado tendrá que asignar a las escuelas los fondos para disponer de esos recursos, dado que difícilmente podrán comprarlos con los pocos fondos que les da actualmente.
Paz Zetino es de la opinión que sería bueno empiecen a trabajar con los alumnos que están en proceso de aprendizaje de las primeras letras y números, pero tanto Óscar Picardo y Javier Hernández Amaya señalaron que a su criterio debería comenzarse progresivamente con los más grandes para que éstos orienten luego a los más pequeños.
Comentó que otro aspecto que se tiene que definir, como parte de los protocolos, es cuántos estudiantes atenderán diariamente por salón, así como la distancia entre los pupitres.
“Si partimos de un primer grado que tiene 40 niños o 35 niños tendrá que llegar un grupo el lunes, el segundo grupo el martes, y así, dependiendo de cuántos alumnos va a ser posible ubicar en un aula de 7 por 7, que son las dimensiones que tienen las de la escuela pública, en su mayoría”, agregó Zetino Gutiérrez.
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Avances en los colegios
Javier Hernández Amaya informó que Acpes, instancia que aglutina a unos 555 de los cerca de 1,000 colegios que hay en el país, ya diseñó un protocolo de vuelta a clases, el cual está a disposición de los centros del sector privado.
Hernández Amaya, tras aclarar que ellos son de la idea de retornar cuando no haya mayor riesgo, detalló que el protocolo que ha creado la gremial, bajo supervisión del Ministerio de Salud, incluye los filtros escolares que el Mined dictó al principio de la emergencia, y que entre otros establece que los padres no deben mandar a sus hijos si presentan síntomas de enfermedades respiratorias.
En el caso de los colegios la idea también es que el cien por ciento de los estudiantes no vuelva a clases el mismo día, ni a la misma hora que acostumbraban. En su normativa han contemplado que la primera semana entren los alumnos de bachillerato, la segunda semana los de tercer ciclo de Educación Básica, la tercera los de primero y segundo ciclo, y por último los de Parvularia.
Según indicó Hernández Amaya con ese retorno escalonado los colegios tendrán la oportunidad de ganar experiencia con los escolares de más edad, así cuando lleguen los más pequeños podrán maniobrar mejor.
“En el (área de) ingreso de los estudiantes al colegio deberá instalarse un sistema de desinfección (una cápsula), así como el que hemos puesto en la entrada de las comunidades”, comentó.
En el protocolo de los centros privados se insistirá en que, además de que el cuerpo del niño quede desinfectado, también se verifique que cumpla el lavado de manos.
“Nosotros tenemos que plantear un protocolo que garantice que el padre de familia se encuentre confiado de que el colegio le está respondiendo ante la seguridad que él quiere tener de no contagio del niño en el centro educativo”, citó. El dirigente de la Acpes manifestó que el protocolo fue elaborado con apoyo de especialistas en salud, incluyendo infectólogos; y ahora ya lo promocionaron entre los colegios para que éstos se preparen porque aplicar medidas sanitarias implica hacer inversión.
Lo que si advierte Javier Hernández Amaya es que, al menos en el sector privado, están claros que el reinicio debe ser flexible para que no haya complicaciones.
Propuesta para el sector universitario
El doctor Óscar Picardo, como especialista educativo, de igual manera ha formulado un Modelo de Protocolo Sanitario que puede ser utilizado, en forma gratuita, por instituciones de educación superior, pero que también puede ser adaptado para centros escolares con solo agregar los recreos.
Picardo Joao, afirmó que su modelo es nada más una propuesta, en la que se establece que cuando el gobierno lo indique se puede dar una reapertura paulatina en tres fases, de acuerdo a fechas. Según ese protocolo en la primera fase y cuando los contagios estén en descenso se puede dar la llegada del personal administrativo, cuando los casos sean mínimos pero aún hay riesgo de rebrote podrían valorarse que se incorporen algunos grupos de clase guardando distanciamiento; y cuando el riesgo de contagio sea casi nulo inicien clases con distanciamiento.
En ese contexto el personal administrativo, docentes, estudiantes, clientes y proveedores deben ser informados que no pueden ingresar personas con procesos febriles, moderados, tos; que deben cumplir a diario las normas básicas de desinfección e higiene, lavado de manos recurrente. Otras de las medidas contenidas en el modelo son: medición de temperatura al ingresar, desinfectar con solución de alcohólica de 90 grados todo objeto, paquete, bolsón, maletín; así como el uso obligatorio para todos de mascarilla ya sea N96 o quirúrgica de doble tela; las reuniones no deberán exceder 20 personas, y se prohiben las actividades masivas.
El protocolo incluye disposiciones de distanciamiento en cafetines, regular horarios de tomas de alimentos, desinfección constante de grifos, dispensadores, mobiliario; incluso acondicionar las aulas para las clases presenciales de tal modo que haya suficiente distancia entre los alumnos.
La propuesta de Picardo, en la que también se aborda la necesidad de valoración emocional, juegos lúdicos y apoyos psicopedagógicas con los alumnos, puede encontrarse y descargarse en el sitio en línea observatoriocovid19.sv sin costo alguno.
