“Una señora ni frijoles tenía para comer”, dice ONG que reparte ayuda enviada por salvadoreños en EE.UU.
El grupo de chinamecos recauda dinero que es enviado a El Salvador para la compra de víveres, que son donados a familias en Ahuachapán que enfrentan carestías por las restricciones de movilidad en el país
AHUACHAPÁN. El COVID-19 ha afectado doblemente al hogar de doña Albertina, quien el próximo 25 de mayo cumplirá 74 años. Su hija, quien reside en Estados Unidos, se quedó sin trabajohace tres meses luego que el restaurante cerró; además su esposo, Pedro Antonio Díaz Hernández, de 52 años, no ha comenzado a cultivar la tierra por las restricciones de movilidad que hay en El Salvador.
Ambas situaciones se traducen en que Albertina se quedó sin ingresos económicos para subsistir.
Su hija se encargaba de enviarle “unos centavitos” que ocupaba para los gastos del hogar, pero ahora su alimentación depende de lo que crece en el cerco y patio de su casa: moras, chipilines, ayotes, tomates y los mangos.
María Albertina Barrientos de Díaz vive en el caserío Reynosa, cantón Las Chinamas, Ahuachapán, y recibió los $300 que entregó el gobierno; pero de eso ya no tiene nada porque lo compartió con dos parejas jóvenes quienes están sin trabajo y no han sido beneficiadas con ningún programa.
Albertina también compartió con esas familias alimentos que le entregó recientemente la organización no gubernamental LHL USA Achinamas, conocida popularmente como Hermanos Lejanos USA Pro Chinamas, a través de la también ong Las Chinamas Limpia y Saludable, en El Salvador.