Familias afectadas: “Podemos acatar las órdenes del Gobierno, pero nos gustaría tener comida porque está dentro de la salud”

Más familias que viven en mesones y comunidades han colocando banderas blancas y rótulos para pedir ayuda de alimentos para sostenerse ante la extensión de la cuarentena.

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Varias familias que residen en mesones o comunidades de diferentes puntos del país piden ayuda de alimentos ante la extensión de la cuarentena. Foto: Menly Cortez

Por Gadiel Castillo/ Menly Cortez

2020-05-20 1:45:28

La extensión de la cuarentena por 15 días más terminó de complicar la situación de las 300 familias que habitan en los condominios y mesones Paraguay del barrio La Vega, San Salvador. La comida escasea en sus hogares y aseguran que no han recibido ayuda de las autoridades de la alcaldía de San Salvador ni del gobierno central.

Las banderas blancas y los rótulos pidiendo ayuda se ven a lo largo de los 50 metros de donde se ubica la referida comunidad, que en su mayoría está conformada por niños y personas de la tercera edad.

La mayoría de los afectados son vendedores ambulantes, empleadas domésticas y de puestos de pupuserías, entre otros. Aseguran que las restricciones de movilidad y el no tener un espacio fijo en el mercado les impide realizar las actividades que tenían antes de la pandemia y por tanto no pueden generar los ingresos económicos para llevar el sustento a sus hogares.

Paula Ramírez, de 81 años, vive con su compañero de vida Lázaro Membreño, de 88 años. La señora relató que antes del COVID-19 trabajaba como ayudante en una pupusería del  barrio, sin embargo, el estado de emergencia la dejó sin los tres dólares que ganaba al día.

Inquilinos de mesones del barrio La Vega, en San Salvador, demandan ayuda de alimentos para sostenerse durante la cuarentena. Foto/Yessica Hompanera

“Como mi compañero no trabaja desde hace 18 años por una enfermedad, me tocó rebuscarme a mí para la comida. Antes ayudaba en una pupusería y me ganaba $3 al día, pero ya con esto del virus ya no echaron las pupusas y me quedé sin ese dinero para la comida. Recibimos el subsidio pero ya no tenemos nada”, detalló.

Afuera de la casa donde viven de posada han colocado un rótulo donde piden víveres. “Los cobros siguen llegando y no tenemos víveres. No podemos salir”, se lee en un cartel.

Sonia Rivera Pineda es una madre soltera a cargo de cuatro hijos. Su vivienda no tiene luz, ni agua potable y un vecino le suministra esos servicios por $10 al mes. La señora dijo que meses atrás sobrevivía de lavar y planchar ropa ajena, pero con el coronavirus no puede salir de su casa.

“Como no salgo a trabajar no he podido comprar comida, mis hijos me piden y me da tristeza porque no puedo darles. Tenemos que conformarnos con lo que nos regalan a veces los vecinos”, narró.

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Sonia agrega que la semana pasada se llegó a vivir su hija con sus cuatro niños. Asegura que está desesperada por la falta de comida y tantas personas por alimentar. “Uno puede aguantar pero los niños no. Por eso pedimos a la alcaldía y al Gobierno que se acuerde de nosotros y nos brinde aunque sea frijoles con arroz”.

Los residentes manifestaron que están de acuerdo con las medidas tomadas por el Ejecutivo para salvaguardar sus vidas y evitar contagios del COVID-19, pero les gustaría tener alimentos para sobrellevar el encierro porque, según ellos, de nada servirá guardarse del coronavirus si se van provocar otras enfermedades y hasta morir de hambre.

Rosa Elena Palacio reside junto a tres personas más en el cuarto del mesón, siendo el único que trabajo un hijo de 20 años. Foto/Yessica Hompanera

“Podemos estar resguardados en nuestros hogares pero no tenemos para darle a mis hijos. De nada sirve que nos pongan un día para salir a comprar por nuestro DUI sino tenemos dinero para comprar. Los 15 días más de cuarentena nos preocupan más y por eso decidimos protestar de esta manera”, indicó Tránsito Guevara.

Los vecinos afirmaron que en algunos casos, los dueños de las habitaciones les están exigiendo el pago del alquiler y si no pagan los amenazan con sacarlos de la propiedad. “Sino tiene para pagar me van a tener que ir desalojando porque hay gente que está interesada en alquilar y tienen dinero para pagar”, cuentan que son las advertencias de los arrendatarios para los inquilinos.

En el mesón 230 aparecieron las banderas blancas

Las ocho familias del mesón 230 situado entre la 4a. Avenida Sur y la 8a. Calle Oriente de San Salvador aseguran que ya llevan dos meses de no trabajar y no tienen para comprar alimentos. Los afectados se dedicaban a ventas ambulantes en carretillas, barberos y estilistas.

Los afectados detallan que la extensión de la cuarentena los ha puesto en aprietos porque ya se acabaron los ahorros, por tanto no tienen dinero para víveres. “Nosotros  por eso pusimos esos rótulos para llamar la atención de personas altruistas porque ya vimos que la situación está tremenda”, dijo uno de los afectados.

La falta de comida se repite a nivel nacional. Más de  20 familias que viven en el cantón El Carrizal, entre los límites del cantón San Ramón, del municipio de Nahuizalco, Sonsonate, solicitan ayuda de alimentos, aseguraron que las autoridades no han llegado a esta.

Foto/ Menly Cortez

Los habitantes del cantón Crucitas (sector la escuela), en Panchimalco, también piden el apoyo del gobierno central o cualquier otra institución, pues afirmaron que durante toda la emergencia nacional no han recibido apoyo, ni muchos menos han podido comercializar sus productos.

Asimismo, piden al titular de la ANDA que les resuelva el problema de desabastecimiento de agua potable.

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